Una de las series más vistas de Taylor Sheridan es, literalmente, un anuncio de la industria petrolera: son ellos los que la financian
Randy Meeks
-Redactor de cine y series
Juntaletras acomodado, redactor con gato eterno en las piernas, tuitero irredento, millennial orgulloso a su pesar. Respira cine, cree que no hay película mejor que 'El crepúsculo de los dioses' pero en su colección de Blu-Ray no falta 'Super Mario Bros'. La de los 90.

No es que nadie viera Landman: Un Negocio Crudo y no se diera cuenta de que algo extraño estaba pasando. Obviamente, una de las empresas más contaminantes del mundo tuvo la culpa una vez más

Desde el éxito de Yellowstone, Taylor Sheridan se ha puesto las pilas creando series y series sin parar: desde 2021 ha hecho siete, ya está preparando otra, y además ha tenido tiempo para guionizar tres películas, dirigir una y confirmar que será el encargado de escribir la adaptación de Call of Duty. Y, aunque todo el mundo le tiene en un altar gracias a su versión del neo-western americano gracias a Yellowstone, lo cierto es que no todo lo que hace es precisamente impoluto.

Sheridan, a favor del petróleo

Es el caso de Landman: Un Negocio Crudo, que en España puedes encontrar en SkyShowTime y que sigue las desventuras de los campos petroleros al oeste de Texas, con Billy Bob Thornton como protagonista. Y aunque la serie es potente, tiene algunas tramas que es imposible que no nos suenen extrañas. Por ejemplo, hay un momento en el que el protagonista dice que para construir una turbina que dé energía eólica se contamina más que 20 años de cualquier explotación petrolífera. Es mentira, claro, pero hay un motivo tras este tipo de subtramas. Político, claro.

Ese clip en particular fue reposteado por la derecha mediática estadounidense (incluyendo un senador conservador), y no es casualidad: quien pone el dinero es una organización creada por los productores de petróleo y gas, y no se ocultan precisamente. De hecho, el estreno de su temporada 2 fue ampliamente celebrado por el American Petroleum Institute, mostrando claramente que, si buscas imparcialidad, no es aquí.

Curiosamente, el podcast que adapta, Boomtown, sí que es mucho más voraz contra las industrias petroleras, y, de hecho, tiene al final un pequeño addendum en el que afirma que, aunque su empresa madre tiene intereses en las industrias del petróleo y el gas, sus juicios son independientes. Ojalá Sheridan pudiera decir lo mismo.

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