Jai Courtney el asesino turismofóbico
por Tomás Andrés GuerreroDangerous Animals, dirigida por Sean Byrne, es una de las propuestas más inquietantes y autoconscientes del cine de terror veraniego. Le da un giro al subgénero de tiburones al incorporar a un asesino en serie que utiliza a los escualos como parte de su macabro plan. Si Tiburón hubiera apostado por escenas dentro de un barco y un estilo más cercano al Motel Bates de Psicosis, habríamos tenido algo como esta película.
La historia sigue a Tucker (Jai Courtney), un capitán de barco y asesino en serie obsesionado con los tiburones, que atrae a turistas desprevenidos para usarlos como carnada. Después de asesinar a una pareja en su "Tour con tiburones", secuestra a Heather (Ella Newton), desencadenando una mezcla de horror y humor negro. Aunque la película tiene giros perturbadores, los fanáticos del gore pueden sentirse algo decepcionados.
Hassie Harrison interpreta a Zephyr, una surfista solitaria que huye de su pasado. Aunque su carisma la convierte en una buena 'final girl', su personaje no se explora tanto como podría, y la película la reduce a secuencias repetitivas de escape, lo que contribuye a algunas caídas de ritmo.
Dangerous Animals captura la belleza de la costa australiana y convierte el barco de Tucker en un espacio claustrofóbico que intensifica el peligro. Las tomas submarinas con tiburones reales generan incomodidad, mientras que las escenas en el barco refuerzan la sensación de atrapamiento. Aunque no reinventa el género, es una película de terror con tiburones que juega con las expectativas y se disfruta como una entretenida 'B-movie', ideal para una noche de diversión.