Críticas
3,5
Buena
La joya de Shangai

Un "noir" de Yimou

por Bibi Ramos

La joya de Shanghai es la octava película en la filmografía del reputado cineasta chino Zhang Yimou y la octava vez que contaba con Gong Li como intérprete y musa. Sería la útima ocasión en la que ambos, director y actriz, colaborarían. Aunque no es su película más destacada, la desenvoltura de Yimou en el género negro que probaba por primera vez (adaptando al cine la novela de Li Xiao, La regla de los gángsters), la fuerza narrativa que logra imprimir al relato una vez sobrepasada la mitad del filme y, una vez más, una meritoria y cuidadísima puesta en escena son más que suficientes como para mantener nuestro interés sobre la misma. No es el título más personal del director de Sorgo rojo porque acaba dominando un estilo excesivamente académico, por correcto y lineal, y cierta superficialidad y timidez en el tratamiento de los temas y la construcción de los personajes.

La acción transcurre en el Shanghai de los años treinta. Nuestros ojos son los de un muchacho de 14 años, Shuisheng, que es reclamado por su tío, sirviente del capo de la mafia Tang (aliado a su vez del dictador militar Chang Kai-shek). Es así como el chaval se traslada del campo a la ciudad, donde irá perdiendo su inocencia, y cuya misión será asistir a la bella Xian Jimbao, la "Joya" del título, una cantante del club nocturno propiedad de Tang y, a su vez, su amante.

A favor: El apartado técnico.

En contra: Su excesiva corrección (sobre todo en la primera parte) y algunos excesos manieristas.