Críticas
2,5
Regular
Adam

Dignificando a "los asperger"

por Covadonga G. Lahera

Remitiendo su voz en off inicial al célebre relato de Saint-Exupéry, arranca la historia de Adam, un joven con síndrome de Asperger que acaba de quedarse "solo en casa", tras la reciente muerte de su padre, y el imprevisto despido laboral de una fábrica de juguetes. Desde el principio intuimos cuáles serán las coordenadas visibles sobre la mesa: producto estadounidense "indie" de buen corazón, con correcta composición de personajes y una adecuada y medida sucesión de rarezas para llamar la atención del personal de entre la habitualmente copiosa oferta de comedias románticas anuales.

Así Adam conoce a su vecina Beth y se enamora de ella, como ocurría en el comienzo de La ciencia del sueño de Michel Gondry, o como cuando Benny conocía a Joon o Harold a Maude. Y será con Beth con quien quiera compartir su particular mundo íntimo: su pasión "astronómica" y su capacidad creativa. Simultáneamente, ella tratará de hacerle progresar con sus niveles de sociabilización. Este filme de Max Mayer se desarrolla con notables cotas sensibleras, pero sin llegar a un grado denunciable de molestia. Los intérpretes contribuyen a ello y que la película no opte por los recursos dramáticos más facilones, sino por poner en contraste un cruce simpático, aunque no muy realista, entre una psicología "normal" y la de un aquejado de síntomas autistas.

A favor: La construcción de la pareja protagónica (Hugh Dancy y Rose Byrne) y la del "asistente" secundario, Frankie Faison.

En contra: Sus secuencias más edulcoradas y su pronta evanescencia tras su visionado.