Críticas
3,5
Buena
Snake Eyes (Ojos de serpiente)

El laboratorio formal de De Palma

por Nestor Hidalgo

Brian De Palma cerró su fabulosa andadura por los 90 con un proyecto personal desarrollado junto al guionista David Koepp. La construcción dramática de 'Snake Eyes' busca sacar el máximo partido a la exploración del espacio cerrado de un hotel-casino con ring de boxeo, para lo que ambos creadores, que ya habían colaborado en 'Atrapado por su pasado' (1993) y 'Misión: Imposible' (1996), recurren al género que mejor se les da: el thriller policiaco. Un asesinato en medio de un combate de los pesos pesados esconde toda una trama conspirativa que el detective Rick Santoro, encarnado por Nicolas Cage, irá destapando poco a poco mientras tira de una madeja primorosamente enmarañada.

Mientras, De Palma luce su talento y habitual diversión con la forma cinematográfica elaborando un fascinante y fluido catálogo de tomas largas, planos secuencia (el que abre la película, aunque simulado con cortes, sobrepasa los 12 minutos), cenitales y pantallas partidas que se engarzan para contar una historia de suspense hitchcockiano. Aunque llena de flashbacks y revisiones subjetivas de lo ocurrido al estilo 'Rashomon', la narración en tiempo real sin abandonar los interiores del casino contribuyen a acrecentar la sensación de estar ante una pieza de cámara, casi un laboratorio narrativo-formal del cineasta, cuyo escaso presupuesto remite a los títulos cercanos al exploit de serie B que ayudaron a fortalecer su ímpetu visual al principio de su carrera.

A favor: Los estilosos movimientos de cámara marca De Palma.

En contra: La conspiración o la identidad de sus responsables no guardan demasiadas sorpresas.