Críticas
2,0
Pasable
El patriota

¡Independencia!

por Eulàlia Iglesias

Forjador de espectaculares fastos cinematográficos, Roland Emmerich quiso convertir 'El Patriota' en el gran film bélico norteamericano sobre la Guerra de la Independencia. Una película que glosara las heroicas hazañas de los colonos que combatieron las tropas británicas sin escatimar épica en el campo de batalla ni drama en la retaguardia. Para ello, los responsables del film imaginaron un protagonista que encarnara los valores nacionales, el perfecto héroe americano que hace años hubiera interpretado un James Stewart o un Gary Cooper (su dilema, de hecho, recuerda el que también sufría Cooper en 'La gran prueba' de William Wyler). Viudo y padre de siete hijos, curtido en dos guerras anteriores, Benjamin Martin rechaza a priori luchar contra los ingleses por un sentido de protección paternal. Solo entra en combate cuando un malvado coronel asesina a uno de sus hijos, convirtiéndose en una especie de leyenda para el bando enemigo cuando elimina él solo, rebosante de ira vengativa, a veinte soldados.

Nadie pone en duda las razones de los norteamericanos para luchar por su independencia. Por eso molesta tanto en 'El patriota' el innecesario tufillo ultranacionalista que emborrona lo que podría haber sido un más que correcto film bélico. La película reconstruye un país idealizado donde los sirvientes negros del protagonista trabajan allí por propia voluntad y no porque sean esclavos (¡en la Carolina del Sur del siglo XVIII!), los arrebatos violentos de Martin siempre vienen justificados por alguna atrocidad anterior que ha presenciado y y las tropas británicas se dedican a crear mártires allí por donde pasan.

A favor: El detalle de las balas que va forjándose Martin con los soldatitos de plomo de su hijo muerto.

En contra: El personaje de Jason Isaacs, un malvado de risión.