Críticas
3,5
Buena
Lee Miller

En la bañera de Hitler

por Sara Heredia

A veces pasa que una historia real supera tanto la ficción que, al convertirse en película, no importan el guion ni la realización, los hechos son tan apabullantes que se comen cualquier elemento cinematográfico. Lee Miller es así. La película es el debut en la dirección de Ellen Kuras, quien ha tenido la suerte de contar con Kate Winslet en el papel protagonista. Winslet es una apuesta fiable, pero precisamente en cintas como ésta su talento desborda en cada plano.

Lee Miller fue una exitosa modelo durante los años 20 en Nueva York. Su carrera en el modelaje llegó a su fin tras aparecer en un anuncio de compresas -un escándalo para la época- y se mudó a París para aprender fotografía. El inicio de la Segunda Guerra Mundial le pilló en Europa y, lejos de luchar por la patria desde el calor de su hogar, encontró la manera de que le enviaran al frente como corresponsal de guerra cuando ninguna mujer tenía permitido algo así. El trabajo de Miller fue aplaudido, pero también censurado por la versión británica de Vogue, que se negaron a mostrar las imágenes del genocidio.

La carrera de Miller fue mucho más allá pero la realizadora Ellen Kuras ha elegido retratar estos años en pantalla grande. Se entiende su elección, ya que supuso el paso de ser una exmodelo a una profesional en el centro de la acción. Kuras retrata a la fotógrafa como un ser humano de una creatividad excepcional, con pocos tapujos y mucha curiosidad. Lo hace desde la admiración y pasa de puntillas por algunos temas más espinosos, como su papel como madre o su carácter arisco en los años finales de su vida.

Lee Miller es un 'biopic' con todo lo que ello conlleva. No reinventa la fórmula ni se sale de las reglas ya establecidas, pero a cambio relata una apasionante vida que existió y se conoció poco, lo que es más que suficiente para retener la atención del espectador. Por suerte, Kate Winslet encarna a la protagonista. La actriz otorga al personaje una dignidad y confianza que impregna cada una de sus decisiones, pero, sobre todo, ayuda a que la película deje de ser un 'biopic' convencional que podría haber pasado desapercibido si no saliese ella en el cartel promocional.

Si la película ha salido adelante es gracias a ella. Y no solo porque aporte una interpretación admirable, sino porque fue Winslet la que produjo la película y pagó los salarios de todo el equipo durante dos semanas ante la precaria situación financiera de la producción. Casualidades de la vida, y al igual que vivió Miller hace 90 años, ella misma se encontró con muchas dificultades para encontrar financiación por el mero hecho de ser una película sobre una mujer. Su estreno el 7 de marzo no es casualidad. Por desgracia, películas como Lee Miller siguen siendo vitales a día de hoy para encontrar la igualdad en la industria.