Una comedia simple
por Rodolfo SánchezDesde sus inicios como director en 1969, Paul Mazursky ha desarrollado una dilatada carrera en el tiempo aunque no correspondida en número de títulos, de un interés menguante con el paso de los años pero que durante los setenta y parte de los noventa produjo algunos títulos notables y algunos muy interesantes. Pero no consiguió nunca el posicionarse convincentemente dentro de la comedia, el género que más ha trabajado.
Prueba de este descenso lo encontramos en Fielmente tuya, película producida en 1996 pero que posee un claro aliento retro que, al no ser intencionado buscando algún tipo de discurso con la forma, ocasiona que sea una obra desfasada, algo trasnochada. A pesar del reclamo del trío protagonista, Fielmente tuya se introduce por unos terrenos ya muy conocidos en la época, apostando por un humor muy rudimentario aunque se entienda que estamos en un momento de transición dentro del género durante el cual hubo una convivencia clara de estéticas a la hora de acercarse a lo cómico. En cualquier caso, esto son impresiones que se pueden sacar una vez que se piensa con cierto detenimiento en la película de Mazursky, porque en realidad no hay mucho más que un simple pasatiempo medianamente bien armado.
A favor: Mazursky se mueve bien en el género y se percibe en su dinamismo.
En contra: El aspecto desfasado de la propuesta.