Críticas
0,5
Pésima
Orquídea salvaje

Deseos fallidos

por Bibi Ramos

Tres años después de Nueva semanas y media, aquel drama erótico de Adrian Lyne donde Mickey Rourke compartía escena con Kim Basinger, el actor neoyorkino repite una experiencia similar en cuanto a género con Orquídea salvaje, filme donde comparte momentos tórridos tanto con Carré Otis como con Jacqueline Bisset en localizaciones de Río de Janeiro. Tras las cámaras, Zalman King, que se había especializado sobre todo en propuestas de carácter erótico.

Orquídea salvaje, uno de esos filmes recurrentes en la programación de la televisión pública a principios de los noventa, no trasciende unas cotas mínimas de calidad ni coherencia interna. El guión es un despropósito filmado de un modo pretencioso donde se apoyan las tres o cuatro secuencias más subidas de tono. Los actores también naufragan en este filme fallido y ridículo punteado por una música plomiza y forzada.

A favor: Recordar, contra todo pronóstico y con cierta nostalgia, Nueve semanas y media.

En contra: Todo y, específicamente, su guión de cabo a rabo.