Críticas
1,5
Mala
A todo gas: Tokyo Race

El salvaje asfalto: Coches por caballos.

por Virginia Montes

Con 'A todo gas: Tokyo Race (A todo gas 3)' el director Justin Lin tomó las riendas de la saga cambiando de actores protagonistas y trasladando la acción a Tokyo. La historia, curiosamente, se sitúa después de todas las películas de la saga, incluidas la cuarta y quinta entrega. La fórmula es más o menos la misma que las dos anteriores y las dos ulteriores y no aporta absolutamente nada, salvo que sus responsables intentan construir una especie de western moderno en el que, como es evidente, los coches sustituyen a los caballos y el asfalto a la arena del desierto. La idea queda en eso, en una simple idea, ¿se podía pedir algo más? La verdad es que no. La película de Lin responde a lo que los seguidores de las anteriores películas podían esperar: más músculo, más pechos y más acción. Y los intentos de darle de un sentido metacinematográfico lo dejamos de lado porque se trata de un simple capricho de sus responsables en darle a la película un mayor sentido del que tiene, que es básicamente el ir añadiendo títulos a la saga como si fuesen video juegos.

A favor: Que al menos la idea de partida, sea sugerente.

En contra: En contra: Que no se le saque más partido a esa idea.