Críticas
2,5
Regular
Alien³

Los inicios de Fincher

por Rodolfo Sánchez

En 1992 debutó un director que se convertiría en los años sucesivos en uno de los referentes del cine norteamericano, David Fincher. Y lo haría con Alien 3, tercera entrega de la saga y, por entonces, se creía, cierre de la misma. Con guion de Walter Hill y David Giler, Fincher encerraba a Ripley (Sigourney Weaver) en una cárcel en la que no tardará en aparecer el famoso bicho asesino. Fincher construye una película que se aleja considerablemente de sus dos predecesoras mediante un estilo muy personal –aunque todavía incipiente- en el que prima la creación de atmósferas cerradas y asfixiantes y un trasfondo pseudo filosófico-religioso que, por desgracia, se agota muy pronto.

Alien 3 tiene muy buenos momentos y resulta muy entretenida, pero adolece de un guion que parece ser una mera excusa dramática y narrativa para cerrar la trilogía. Fincher, no obstante, es capaz de hacer suyo el material en la mayor medida posible a pesar de que Alien 3 desprenda la sensación de estar ante una obra que nace con el único y firme propósito de sacarle más partido a una idea y a unos personajes ya asentados. Es decir, un producto en esencia comercial que sin embargo logra también el otro propósito, entretener durante sus casi dos horas de duración. Pero en cuanto a la propuesta de una película de ciencia ficción con cierto contenido más allá de los efectos especiales, Alien 3 queda algo pobre.

A favor: La atmósfera malsana y sucia creada por Fincher.

En contra: El guion: todas las buenas ideas van poco a poco quedando en nada.