Pedro Gallego

Si le preguntáis sobre lo que más veía en su infancia, no va a tener un recuerdo claro. Si preguntáis a los familiares qué veía el Pedro Gallego niño, os hablarán de cómo devoraba intensamente cintas Disney de la era de los noventa. Posteriormente su rato favorito de la semana eran las visitas a los videoclubs que aún quedaban para encontrar alguna nueva joya que estaba allí, esperándole. Más tarde su relación con el cine fue más casual, pero constante, al mismo tiempo que llegaban a su vida las series de David Simon en HBO o El ala oeste de la Casa Blanca.

Su carrera parecía que iba a ir por otros derroteros, pero la escritura siempre ha sido algo que le ha apasionado desde que disponía de un teclado bajo sus manos donde poder lanzar letras a la pantalla de un ordenador. Sobre todo le apasionaba hablar de cosas que le gustaban (también de alguna que no), y conforme más lo hacía, más ganas tenía de descubrir cosas de las que poder hablar. Y ha tenido oportunidad de hacerlo en pequeños proyectos personales y con un círculo íntimo de amigos, explorando sus obsesiones en música, series y cine. Ahora Sensacine le permite hablar de sus pasiones audiovisuales para aquel que tenga a bien leer sobre ellas.

Cuando le preguntan sobre la clase de películas que le gustan, él es de los que responde "las buenas", incluso aunque el significado de "buenas" pueda no coincidir con la mayoría. No rechaza lo comercial, especialmente si viene de alguien con cierta personalidad. Tampoco le hace ningún asco a los dramas íntimos, especialmente de los que saben contar mucho con muy poco. No le importa si la peli es antigua, o si es muy sangrienta. Si está hecho con gusto y tiene cosas que contar, probablemente le interesa.

Una película: Heat

Una serie: Twin Peaks

Una canción de cine: 'East Hastings' de Godspeed You! Black Emperor ('28 días después')

Un personaje: Jackie Brown

Un cineasta: John Carpenter

Un actor: Denzel Washington

Una actriz: Faye Dunaway

Lo que más me ha hecho reír: Los stunts de Jackass

Lo que más me ha hecho llorar: Esa escena de Los puentes de Madison"