Películas
SeriesTítulos
Aunque años después su propio director renegara de algunos aspectos de la película, la verdad es que el segundo largometraje de Ibáñez Serrador es una película que tiene mucho sello, inquietante y con ese toque macabro del que solía impregnar el director sus trabajos. Con la mayoría del metraje a plena luz del día (lo que en algunos aspectos podría acercarla al Folk Horror), construye un pueblo imaginario inquietante, con una ambientación muy desasosegante y entre medias algún homenaje a algún clásico del género, formando en su conjunto una película de terror que a día de hoy se considera de culto y que tiene personalidad propia.