Carlos C
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Richard Jewell
El día 1 de enero parece buen día para estrenar la película de Clint Eastwood, se ha puesto el listón muy alto para todo el año.
El motivo de esta, parece decirnos Eastwood, es ofrecerles una auténtica crítica hecha a los poderes, sin ovejas negras que paguen al final el pato y sin redención final por presuntos fallos aislados que exculpen de errores o corruptelas a los estamentos. No. En Richard Jewell queda claro que los implicados en tanto desmán son incompetentes, vagos, tramposos, ineficaces y nocivos, por definirles algo. Y por ello van aliados el poder, la jerarquía y la prensa contra el único individuo que aunque sufría una diarrea ese día hizo su trabajo perfecto: un tipo regordete que vive con su madre y que con su corrección profesional deja en evidencia a los demás. Clint ya fue valiente en otras críticas y en esta tiene muy pocas contemplaciones.
Parece otra genialidad suya, con actores extraordinarios, pero sin nombres muy famosos, otro acierto, no quiere distracciones. Los tiempos son dinámicos, se presentan los protagonistas, entra el drama y los engranajes de la maquinaria se ponen en marcha sin demoras ni prisas.
La música tenía que ser acorde y su director es el genio cubano Arturo Sandoval. Es de esperar que CE nos dé motivo para volver pronto al cine a disfrutar de otra obra más.
El día 1 de enero parece buen día para estrenar la película de Clint Eastwood, se ha puesto el listón muy alto para todo el año.
El motivo de esta, parece decirnos Eastwood, es ofrecerles una auténtica crítica hecha a los poderes, sin ovejas negras que paguen al final el pato y sin redención final por presuntos fallos aislados que exculpen de errores o corruptelas a los estamentos. No. En Richard Jewell queda claro que los implicados en tanto desmán son incompetentes, vagos, tramposos, ineficaces y nocivos, por definirles algo. Y por ello van aliados el poder, la jerarquía y la prensa contra el único individuo que aunque sufría una diarrea ese día hizo su trabajo perfecto: un tipo regordete que vive con su madre y que con su corrección profesional deja en evidencia a los demás. Clint ya fue valiente en otras críticas y en esta tiene muy pocas contemplaciones.
Parece otra genialidad suya, con actores extraordinarios, pero sin nombres muy famosos, otro acierto, no quiere distracciones. Los tiempos son dinámicos, se presentan los protagonistas, entra el drama y los engranajes de la maquinaria se ponen en marcha sin demoras ni prisas.
La música tenía que ser acorde y su director es el genio cubano Arturo Sandoval. Es de esperar que CE nos dé motivo para volver pronto al cine a disfrutar de otra obra más.