Óscar Navarro
Miembro desde 11 de mayo de 2023
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Si hay algo mejor que la experiencia de sumergirnos en un universo completamente inmersivo para nosotros, es que a lo largo de ese trayecto la película vaya siempre un paso más allá cada poco tiempo, que sume más características a la trama y que cada minuto resulte sorprendente y satisfactorio para nosotros. Her es todo eso y más.
Her es una de esas películas pertenecientes al selecto club de "obras totales": no sólo su visionado es una experiencia única, además ofrece un singular universo como punto de partida para desgranar e inquirir en el sentido del amor (a todos los niveles) e incluso preguntarse qué es el ser humano.
Lo verdaderamente increíble de esta película es el hecho de que todo el característico, elaborado, original y de (no tanta) ciencia ficción que supone esta historia, sirve sólo como premisa para presentarnos en todo su esplendor algo tan corriente y común en todos nosotros como son la complejidad del amor y de las relaciones sociales.
Porque ese es su gran acierto, la creación de un titánico atrezzo para, finalmente, brindarnos nuestro propio reflejo, ponernos un espejo delante y decirnos: nosotros somos así.
Una mezcla de genialidad que consigue posicionarse como una de las grandes bazas de la década de los 2010, merecedora de traspasar toda barrera del tiempo para revelarse como un must watch de TODO aficionado al cine.
Her es una de esas películas pertenecientes al selecto club de "obras totales": no sólo su visionado es una experiencia única, además ofrece un singular universo como punto de partida para desgranar e inquirir en el sentido del amor (a todos los niveles) e incluso preguntarse qué es el ser humano.
Lo verdaderamente increíble de esta película es el hecho de que todo el característico, elaborado, original y de (no tanta) ciencia ficción que supone esta historia, sirve sólo como premisa para presentarnos en todo su esplendor algo tan corriente y común en todos nosotros como son la complejidad del amor y de las relaciones sociales.
Porque ese es su gran acierto, la creación de un titánico atrezzo para, finalmente, brindarnos nuestro propio reflejo, ponernos un espejo delante y decirnos: nosotros somos así.
Una mezcla de genialidad que consigue posicionarse como una de las grandes bazas de la década de los 2010, merecedora de traspasar toda barrera del tiempo para revelarse como un must watch de TODO aficionado al cine.