Generalmente, cuando una saga supera su tercera entrega y empieza con los 'spin offs' la calidad empieza a brillar por su ausencia. Estirar demasiado el chicle nunca ha funcionado, pero hay una franquicia que se está convirtiendo en la excepción que confirma la regla. Creed III se estrena este viernes 3 de marzo para decir que la franquicia todavía está muy viva y, de hecho, es posible que haya entrado en su mejor etapa.

Para la tercera entrega de la segunda saga de la franquicia -hasta da pereza decirlo-, Michael B. Jordan ha asumido el papel de director además de protagonista. Como ha contado en una entrevista con SensaCine, sentía que tenía que contar esta historia tan personal y que solo él podía hacerlo. Cuando encargó a Adonis Creed por primera vez en 2015, B. Jordan estaba comenzando su carrera. Casi 10 años después es uno de los actores más relevantes de la industria y ahora, además, destaca como director. Todo un camino de superación.
"Rocky está en el ADN de la saga, pero necesitaba contar la historia de Adonis": 'Creed III' madura y deja de lado a Sylvester Stallone por primera vezPara dar este paso definitivo B. Jordan ha tenido que asumir un gran riesgo: desprenderse de Sylvester Stallone como Rocky. El actor interpretó al boxeador por primera vez en 1976 y, 40 años después y ocho películas, ha llegado el momento de despedirse de él. Podía haber salido muy mal. Podía haber resultado en un quiero y no puedo que se aprovecha de la fama de Rocky para atraer a la gente a las salas de cine, pero no tiene nada que ver. Creed III tiene identidad propia y, no solo mantiene los elementos esenciales de la saga, sino que los eleva.
En la primera Rocky el protagonista ya daba muestras de vulnerabilidad. Ese amor incondicional a Adrian lo convierte en un héroe con debilidades y plantea desde el principio un pilar fundamental de la franquicia: que la familia es lo más importante. Aquí lo es con creces. La esposa de Adonis Creed, Bianca (Tessa Thompson), es su principal apoyo tanto para dejar el ring como para retomarlo posteriormente. Son un equipo que deciden todo a la vez. Eso sin mencionar la trama con la madre del boxeador y la sombra constante de su padre, Apollo Creed.

Michael B. Jordan suma a la jugada un nuevo tipo de familia: la que eliges. En la tercera entrega se incorpora Jonathan Majors dando vida a Damien, un viejo amigo de Creed que guarda más heridas que buenos recuerdos. De nuevo, esto podría haber sido un intento torpe por continuar la historia, pero resulta en un modo muy tierno de conocer mejor al protagonista y echar un vistazo al mundo del que viene. Gran parte del mérito es de Majors, que interpreta a su personaje con toda la verdad que puede darle.
Creed III revalida su título como la mejor saga de boxeo de la historia del cine. Arriesga al dejar de lado a Sylvester Stallone, pero gana en madurez y mirada propia. Michael B. Jordan ya tiene planes para realizar una cuarta entrega y bienvenido sea un nuevo asalto.