Spider-man fue el personaje más popular de los primeros años de Marvel, con permiso de Los Cuatro Fantásticos. Para tanto fue la cosa que en 1967, cinco años después del inicio de sus aventuras, nuestro arácnido favorito obtuvo su primera serie de animación, que duró 52 episodios y que, aparte de la mil veces homenajeada canción de inicio (Spiderman, Spiderman, does whatever a spider can), tenía un presupuesto tan miserablemente bajo que tenía que reutilizar la animación una y otra vez. Poco esperaban que 56 años después se estrenaría en cines algo como Spider-man: cruzando el multiverso.
Does whatever a thousand of spiders can
Spider-man ha pasado por todos los medios que se os ocurran: protagonizó 21 novelas desde 1978 (sin contar adaptaciones cinematográficas), 12 películas (más los crossovers del MCU), 9 series de dibujos animados, 3 de acción real (incluyendo una japonesa), incontables videojuegos y una cantidad exorbitada de cómics. Es uno de los superhéroes más queridos del mundo, y como prueba, la cantidad de guiños que los fans están descubriendo en Spider-man: cruzando el multiverso.
Es imposible ver esta película sin ir dando a la pausa todo el rato para descubrir todo aquello que nos perdimos en el cine. Por ejemplo, este momento en el que descubrimos dos vídeos de Miles Morales pidiendo disculpas: uno por apoyar los polvos de talco para bebés y otra por intentar llevar bigote. Ambas tienen más "No me gusta" que visualizaciones, con un dato extra: lo del bigote fue infinitamente más impopular (70 millones de "No me gusta") que lo del polvo de talco ("solo" 69 millones).
Sony
Como dato curioso, esta fue una de las escenas que se cambiaron ligeramente a la hora de salir en formato doméstico: el comentario "El viejo Spiderman no necesitaba polvos de talco" originalmente decía "He oído que lo hacen de auténticos bebés". Un giro al humor negro que quizá podamos volver a ver en otra dimensión. Quién sabe.
