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    La película de ciencia ficción que salió bien de puro milagro: creyeron que era otra "estúpida" historia de monstruos y ahora es imprescindible
    Alesya Makarov
    Alesya Makarov
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    Digo muchas palabrotas todo el rato (y hago vídeos también de p**** madre).

    El xenomorfo de ‘Alien’ sigue siendo la criatura más aterradora, y a la vez seductora, de la historia del cine

    20th century Fox

    El xenomorfo de Alien sigue siendo la criatura más aterradora, y a la vez seductora, de la historia del cine. La película original de 1979 es una obra maestra del horror cósmico pero también es un gigantesco accidente de Hollywood que salió bien de puro milagro. Pasó por tantas manos, y la reescribieron tantas veces, que debería haber sido una película terrible, pero había algo muy poderoso en el guión original que todos los que participaron en el proyecto pudieron intuir.

    Si Alien pudo ver la luz, es porque su guión estaba en la mesa indicada en el momento adecuado. Las productoras eran muy reacias a apostar por películas de ciencia ficción durante la década de los 70. En esa época los dramas criminales estaban de moda y eran una apuesta segura para garantizar la rentabilidad en taquilla. Pero el exitazo de Star Wars a nivel mundial despertó una pasión renovada por la ciencia ficción y fue entonces cuando 20th Century Fox decidió comprar el guión de Alien y hacerlo realidad. La gracia de la historia es cómo llegó este guión hasta la mesa de Fox.

    Alesya repasa esta historia detrás de las cámaras en un episodio de SensaCine animado.

    'Tiburón en el espacio'

    La idea de la película le surgió a Dan O’Bannon, en aquel momento un joven estudiante de cine de 28 años mientras estaba colaborando en un corto llamado Dark Star, de otro de sus compañeros de la universidad, y amigo, John Carpenter. En tiempos duros, se apoyó en su amigo Ronald Shusett, productor y guionista. Ronald le dejó dormir en su sofá mientras se recuperaba del bache y ese fue el momento en el que decidieron escribir juntos Alien. O’Bannon tenía escritas unas 20 páginas de un guión llamado Memory, que es básicamente el primer acto del Alien que conocemos a día de hoy.

    Apenas terminado el guión, se lo enviaron a varios estudios de cine para ver si sonaba la flauta, vendiéndolo como 'Tiburón en el espacio', hasta que se encontraron con Walter Hill, David Giler y Gordon Carroll, que eran los fundadores de la recién nacida Brandywine Productions. La escena que más llamó la atención a estos tres productores fue la del nacimiento del xenomorfo del pecho de Kane. Les pareció tan brutal que tenían claro que tenían que hacer algo con ella.

    20th century Fox

    No les gustó el resto del guion, por lo que querían comprarlo y darle un lavado de imagen, algo con lo que O'Bannon no estaba muy convencido. Walter Hill y David Giler hicieron hasta 8 reescrituras del guión y le incorporaron varios elementos que, a pesar del orgullo de O’Bannon, hicieron de Alien lo que es hoy día. Hill y Giler presentaron el guión a Fox, pero aún con los cambios y añadidos, seguían sin estar convencidos de hacer la película. Pero como hemos dicho, el petardazo de Star Wars fue tan grande que la industria de Hollywood empezó a fijarse en la ciencia ficción como algo que podía ser mainstream. Y Alien era el único guión de ciencia ficción espacial decente que tenían en la mesa. Le dieron por fin el ‘ok’ y un presupuesto de 4,2 millones de dólares.

    "Otra estúpida película de monstruos"

    A la hora de formar equipo, Fox no se esforzó demasiado porque percibían que iba a ser "otra estúpida película de monstruos". Ridley Scott, que venía de dirigir Los duelistas, se subió a bordo y devoró la obra de Moebius y la revista Heavy Metal para darle forma. Al presentar los storyboards a Fox, se quedaron tan impresionados, que instantáneamente le doblaron el presupuesto de la película, pasando de 4,2 millones, a 8,4 millones.

    Durante el rodaje, Scott apenas hizo dirección de actores, ya que para él la película no trataba de las relaciones interpersonales entre los miembros de la tripulación, sino de cómo reaccionaban ante el alien, se trataba de ver el miedo a través de ellos. Dejó al elenco desarrollar las escenas de la manera más orgánica posible sin intervenir, para centrarse completamente en la imagen y en la composición detrás de la cámara. Su valor en Alien, aparte de mezclar magistralmente la ciencia ficción con el terror mediante el suspense, fue sobre todo hacerlo sentir real. Su acercamiento más serio hacia la ciencia ficción, colocaría a Alien como única y pionera en su género.

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