Siempre que veas esta escena de 'Cadena Perpetua' recuerda que tardó 9 horas en rodarse y acabó con Morgan Freeman en el hospital
Randy Meeks
Randy Meeks
-Redactor de cine y series
Juntaletras acomodado, redactor con gato eterno en las piernas, tuitero irredento, millennial orgulloso a su pesar. Respira cine, cree que no hay película mejor que 'El crepúsculo de los dioses' pero en su colección de Blu-Ray no falta 'Super Mario Bros'. La de los 90.

Parecía una escena sencilla, pero Morgan Freeman acabó en el hospital por culpa de 'Cadena Perpetua'

Una prueba perfecta de lo prolífico que es Stephen King está en Las Cuatro Estaciones, el libro de relatos del que se han adaptado tres de las cuatro historias. Tan solo queda una, El método de respiración, sin pasar por la gran pantalla, aunque se anunció tanto en 2012 como en 2019, sin llegar a ningún lado. Si lo has leído sabrás por qué: no hay mucho de donde tirar, pero a ver quién se resiste a la adaptación que queda del libro que nos trajo Cadena perpetua, Verano de corrupción y Cuenta Conmigo. Ni que sea de rebote, tiene que ser buena.

Cadena perpetua
Cadena perpetua
Fecha de estreno 24 de febrero de 1995 | 2h 22min
Dirigida por Frank Darabont
Con Tim Robbins, Morgan Freeman, Bob Gunton
Medios
4,3
Usuarios
4,6
Sensacine
4,0
Ver en Movistar Plus+

No me des la murgan, Freeman

De estas, sin duda, la que ha pasado más a la historia es la primera, gracias al buen hacer de Frank Darabont en 1994, que adaptó con bastante fidelidad la novela... excepto un punto, el concerniente a Morgan Freeman, que en la novela es presentado como un irlandés llamado Red. A nadie le importó demasiado (eran otros tiempos, supongo) y la película acabó siendo nominada a siete Óscars, aunque no ganó ninguno.

Y Freeman debería haberlo hecho, ni que fuera por el rato que pasó en el hospital después de pasarse 9 horas rodando una escena. Y no, no es ninguna escena de acción: es una en la que su personaje habla con Andy mientras juega a béisbol con sus compañeros. Darabont quiso que saliera perfecta, y empezaron a repetir hasta nueve horas de rodaje. Diálogos mejorados, cadencias perfectas... Y la mano de Freeman tirando una pelota y recibiéndola una y otra y otra vez.

El día siguiente, el actor apareció con su brazo izquierdo en cabestrillo, lo que es especialmente duro... dado que es zurdo. Eso sí, durante el rodaje de esa escena del béisbol no se quejó ni un solo momento, según el resto del equipo, y siguió actuando mientras se pasaba la bola. Se recuperó después del rodaje, eso sí, y menos mal: ¡Ni la mejor película merece la lesión permanente de un actor de esta solera!

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