Cuando Misión Imposible 2 se estrenó en España, lo hizo ante una gran algarabía: ¡Ethan Hunt se iba a pasar por nuestro país para solucionar entuertos! Al final, la película no solo fue la peor de toda la saga, sino que, además, acabamos escaldados: John Woo no se informó en absoluto y acabó mezclando las fallas, la Semana Santa y San Fermín en una escena ridícula para la historia. Pero claro, para ellos somos un país exótico sin mucha importancia, ¿quien se iba a preocupar por estas pequeñas tonterías geográficas?
Más que Metro, Centímetro
25 años después, la saga se encaminaba hacia su final con una octava película que recogería el legado de las anteriores. Misión Imposible: Sentencia Final es, quizá, la secuela más seria de toda la saga y tan solo tiene dos escenas de acción que realmente pasarán a la historia. Aunque es posible que el público londinense no saliera de la película pensando en ellas, sino en un error geográfico absolutamente abismal. Arrieritos somos.
Y es que en el plano final de la película, cuando todos aparecen en el centro de Londres y se miran, antes de irse cada uno por su lado, vemos cómo nuestro protagonista, Ethan Hunt, sale por la parada de metro de Trafalgar Square. Solo hay un problema: esa parada no existe, y si quieres ir a Trafalgar Square tendrás que bajarte en Charing Cross. ¡Ups!
Paramount
De hecho, la boca de metro por la que sale Tom Cruise realmente es... ¡Un lavabo público que reformaron para la ocasión! La próxima vez que vayáis por Londres y os entre un apretón, pensad que el propio Cruise ha pisado ese mismo suelo. Vaya honor, ¿eh?