Muchos lo han olvidado ya, pero la tercera película del Universo Marvel ya era una secuela, Iron Man 2. Y no fue fácil de concebir, porque el guionista original, Justin Theroux, pretendía adaptar la mítica historia El diablo en una botella, sobre el alcoholismo de Tony Stark, pero la continua improvisación de Robert Downey Jr en el set de rodaje acabó por romper con todas sus ideas. No fue el único: los propios creativos de Disney no querían que la película acabara por ser una especie de Leaving Las Vegas superheroico y abandonaron la idea de adaptar el mejor cómic de la historia de Iron Man (tristemente).
¡Spider-man y Iron Man, juntos! Bueno, más o menos
Lo que pocos saben es que en Iron Man 2 aparece por primera vez Spider-man, 6 años antes de Capitán América: Civil War. Y no, no me refiero a Tom Holland, sino al personaje en sí mismo. El propio Jon Watts soltó la liebre al afirmar en una entrevista "¿Y si ese niño en la Stark Expo era Peter Parker, con la máscara de Iron Man?". (...) Puedes volver y escribir fan fiction para estas películas, y se convierte en realidad". El niño de escena es Peter Parker, sí, pero también es otra cosa: un pequeño nepobaby.
Así es: tras la máscara de Iron Man del niño estaba ni mas ni menos que Max Favreau, el hijo del director de la película, Jon Favreau, que también ha salido en otras dos películas con su padre: El libro de la selva (fue la voz de un joven lobo) y Fuerza-G (fue la voz de Mice). No parece que el pequeño Max, a pesar de ser Peter Parker de manera no oficial, vaya a hacer carrera en el cine, pero al menos el primer pasito ya lo ha dado.
Jon Favreau, por cierto, sigue su camino imparable en Hollywood y en 2026 estrenará The Mandalorian y Grogu, con la que Star Wars tratará de recuperar parte del prestigio perdido. ¿Le acomapañará la Fuerza una vez más?