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    El falso documental siembra de miedo y risas Sitges 2010

    Crónica del día 10-10-2010. Dos fakes de libro nos emocionan, uno asustándonos profundamente ('El último exorcismo'), otro haciéndonos llorar de risa ('Vampires').

    Hoy en Sitges-SensaCine, especial fakes (falsos documentales). Y es que podríamos hablar de más películas, desde la horrible 'Confessions' (y eso que venía recomendada: vaya bluf) a la exageradísima 'Somos lo que hay' (caníbales mejicanos) pasando por la más que tramposa 'La Casa Muda' (vendida como un único plano secuencia... más que falso; eso sí, la película se guarda un par de sustos que podrían detener el corazón a Chuck Norris); pero preferimos hablar de lo que más nos ha gustado: mucho miedo y muchas risas en dos películas bien diferentes. Vamos con ello.

    Empezamos con 'El último exorcismo (The Last Exorcism)', la escalofriante cinta de terror con la que el alemán Daniel Stamm ha conmocionado tanto a la taquilla como al público estadounidense. Una equilibrada cinta que se mueve entre el american gothic, las películas de posesiones demoníacas y el ambiente malsano de 'La semilla del diablo (Rosemary's Baby)'. La película cuenta en clave de falso documental -ni un sólo fallo detectado- el último trabajo de un predicador-exorcista-farsante que, a modo de redención, decide plasmar en imágenes las artimañas que utiliza en sus falsos exorcismos. El problema surgirá cuando dicho trabajo resulte terroríficamente real, congeniando la comedia de arranque con un film de terror puro que sabe mantener el exigente tono hasta su trepidante final. El público español está de suerte: la película se estrenará bien pronto en nuestras salas. Así que prepararos para pasar mucho miedo.

    Y ahora, una de risas: la película belga 'Vampires' de Vincent Lannoo. Un mockumentary que cuenta el día a día de la comunidad vampírica de Bruselas -tras diversos intentos fallidos de realización: los vampiros no pueden controlarse y devoran a los primeros equipos de rodaje- a partir de una familia disfuncional con un hija que quiere ser humana, una madre que fornica con su hijo y unos vecinos aristocráticos que malviven en el subsuelo del edificio. Un auténtico despiporre que no duda en caer en el chiste malsano -cuando cazan a un paralítico aseguran estar contentos por comer "vegetal y carne" (sic)- y en la parodia más burda en sus momentos más bajos. Divertida, pero poco más.

    Música de fondo: Fran Gayo

    Alejandro G.Calvo

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