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    'Monsters', una historia de amor rodeados de pulpos gigantes

    Crónica del día 14-10-2010. La producción independiente 'Monsters' sorprende por su mezcla de drama romántico y horror movie. También encontramos fascinante 'L'Enfer d'Henri Georges-Clouzot'.

    Sitges 2010, ya se podía prever antes del inicio del certamen, apuntaba claramente a la sorpresa, a la revelación de nuevos directores y/o películas, con lo que conlleva ello de riesgo e incertidumbre. Está claro, en Sitges hay muchas películas, posiblemente demasiadas, y las sorpresas pueden ser tanto epifanías deslumbrantes como castañas pilongas; así que estamos muy felices de poder decir que 'Monsters' ha sido una grata sorpresa. Y es que el realizador Gareth Edwards ha sabido congeniar con delicadeza un drama romántico con una horror movie donde la parafernalia fantástica -paisaje apocalíptico, calamares gigantes alienígenas- queda como un telón de fondo donde desarrollar la historia de amor de los personajes. Parábola sobre la inmigración la película triunfa en su sutileza a la hora de congeniar los aspectos terroríficos con la intimista historia principal. Lo dicho, una sorpresa, brindemos por ello.

    Pasamos a un nuevo mundo: 'L'enfer d'Henri Georges-Clouzot', interesantísimo documental donde los realizadores Serge Bromberg y Ruxanda Medrea (viuda de Clouzot) reconstruyen la filmación de 'L'enfer', película inacabada de la que se conserva infinidad de metraje filmado por su realizador. Incluida en la sección Seven Chances, la película es un festín cinéfilo abierto a todo el público (aunque sólo sea para contemplar las pruebas de cámara de Rommy Schneider); donde se trata de reconstruir el misterio Clouzot y, lo que es más importante, podemos ver las imágenes de un creador al límite, tanto físico como mentalmente.

    Cerramos con una línea (no se merece más) a la falsamente polémica película 'A serbian movie'. Decimos falsamente porque, por más que tenga todo tipo de ignominias morales en sus imágenes, por encima de todo se trata de una película mala a rabiar. Y es que ante cosas tan estúpidas no merece perder el tiempo.

    Música de fondo: Depeche Mode

    Alejandro G.Calvo

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