Jaume Ripoll y Jordi Costa fueron los encargados de clausurar los 'Encuentros 4+1'

Con los temas "El espectador" y "El fin del cine" culminaron las charlas sobre las perspectivas del cine de autor que tienen diferentes profesionales en la materia.

El pasado sábado y domingo se llevaron a cabo las últimas dos jornadas de los Encuentros 4+1, de la mano de Jaume Ripoll y Jordi Costa, respectivamente, en horario de mañanas en los Cines Golem de Madrid.

Jaume Ripoll, director editorial de Cameo y Filmin, vicepresidente de EuroVoD, fue el encargado de analizar al espectador como figura cambiante en el ámbito cinematográfico.

Ripoll identificó la evolución de un espectador cinéfilo a un espectador cinéfago, es decir, que devora información audiovisual debido a la proliferación y a la asequibilidad de ésta. Además, subrayó el nuevo comportamiento en el cual el tiempo de visionado de la película es compartido con otras labores, en la mayoría de los casos acciones de conexión en red, relacionados con la vida social on-line.

Por otra parte, habló de la incógnita indescifrable para la industria que le permita recuperar al espectador perdido. El uso de las mismas herramientas que tiene el espectador, como exhibicionista  compulsivo, además de la utilización de otros filtros con credibilidad (Ripoll, señala a festivales como Cannes o Sitges), son las nuevas pautas que siguen los profesionales en busca  del éxito o el fracaso, una línea muy mutable, como el espectador mismo.

El crítico de cine Jordi Costa fue quien se ocupó de dar la visión final sobre la actualidad del cine de autor. Aseguró que ante la incertidumbre de los tiempos que corren (no sólo para en el ámbito cinematográfico) la sociedad se encuentra en una etapa de fin de ciclo, pero ante todo, de un principio de un porvenir desconocido.

El libro 'De buen humor', de José Santugini marcó la temática de la charla. Se marcaron las pautas que indican hacía dónde puede ir el cine en un futuro: la mutación de la figura del actor, disgregación de géneros y de identidad que implica la eliminación de la barrera entre ficción y realidad.

Por una parte, Jordi Costa se refirió a los profesionales que abogan por la instauración del cine en museos, exposiciones o galería de arte. Citó a María Cañas, al colectivo Los hijos y a Carlos Reygadas, entre otros.

Contrastando esto, el crítico dio su opinión de la relación entre cine y televisión. Atacó el tópico de "el mejor cine está en televisión", pero no descreditó al medio, alagando la calidad de éste en los últimos años con el auge de las series (encabezado por Los Soprano (The Sopranos))

Finalmente, defendió su idea de "brotes verdes"  por medio de nuevos formatos audiovisuales como Venga Monjas, Los pioneros del siglo XXI y todo la red de complicidad creativa que se ha creado. Alegó a la responsabilidad de los profesionales y afirmó: "Estamos ante la abolición de lo antiguo y ante el nacimiento de lo nuevo. Hay que proteger lo que merece ser protegido".

Andrés Orrego

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