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    Entrevista a Antonio de la Torre, protagonista de 'Caníbal'

    Este viernes llega a nuestros cines 'Caníbal' de Manuel Martín Cuenca, un atípico e intensísimo thriller psicológico con un protagonista que siente devoción por la carne humana. Antonio de la Torre, sigue en racha, y vuelve a bordar un personaje de lo más extremo.

    Llevas un 2013 intachable. Primero fue Los amantes pasajeros, luego La gran familia española y, ahora, Caníbal.

    Intento no pensarlo mucho la verdad. Lo cierto es que creía que Caníbal iba a estrenarse el año que viene, pero tras ser seleccionada por San Sebastián y Toronto todo parece haberse acelerado. Así que aunque se estrenen todas el mismo año yo lo he vivido de forma más distanciada, porque dos las rodé en el 2012 y otra este mismo año. Tengo una sensación como "de pico", pero es falsa porque lo cierto es que no he vuelto a hacer nada más, de hecho, ¡no sé cuándo volveré a hacer algo! Así que trataré de controlar el subidón, no sea que luego el bajón acabe conmigo.

    Cuesta creer que no tengas películas a la vista...

    No creas que tengo tantos proyectos sobre la mesa.

    Hablemos de Caníbal. ¿Cómo te enfrentaste a un personaje que funciona, básicamente, en silencio?

    A mí me resultaba un galimatías. Creía que era un riesgo mortal que el personaje fuera tan átono, me daba miedo que llegara a no interesar al espectador. Le dije a Manolo -Martín Cuenca, director de la película- "como este personaje no interese estamos muertos, we are dead". Pero esa era la apuesta de la película, habrá quién le interese y habrá quién no. Pero no podíamos ser infieles a la propuesta de la película.

    ¿Cómo se prepara uno para dar vida a un caníbal?

    Por un lado estaba el tema de la sastrería, que me tocó aprender el oficio trabajando durante dos meses con un sastre, Octavio Hernández, que tiene su taller en la Gran Vía. Yo necesitaba sentirme sastre, sin ello no habría funcionado la otra vertiente del personaje. Y para la parte más enfermiza, cuando debía meterme en la cabeza de un asesino, bueno... pues mucha imaginación, tratando de sustituir emociones contrapuestas, centrándote mucho en la historia. Luego había cosas más concretas, que íbamos trabajando Manolo y yo durante el rodaje, secuencia tras secuencia. Era un toma y daca continuo, yo trataba de poner más y Manolo iba restándome actitudes, gestos.

    Eres un actor que suele implicarse mucho tanto en el desarrollo de la película como en las tareas de promoción.

    Sí, soy muy apasionado, me gusta mucho todo esto. Hay películas que me gustan más que otras, claro, pero por lo general intento ser un profesional, dar lo máximo posible. Tengo buena relación con los directores y los productores, así que trato de ser agradecido. Siempre me preocupo de cómo va la película en taquilla e intento estar disponible para la promoción de las mismas. Generalmente la promoción te toca por contrato, pero yo intento hacerlo con mi máxima dedicación. Evidentemente me apasiona más la parte de la interpretación, pero me siento responsable de los trabajos en los que participo.

    Ahora que ya han pasado unos meses desde el estreno de Los amantes pasajeros, ¿cómo definirías tu experiencia a las órdenes de Pedro Almodóvar?

    En esta profesión te encuentras con dos tipos de directores: los que están abierto a lo que tú le des y los que tienen muy claro en su cabeza cómo ha de ser su película. Almodóvar es de los segundos. Él tiene su idea y tu trabajo consiste en entenderle y acercarte.

    Tal y cómo está funcionando la industria, ¿crees que hay esperanza para el cine en España?

    Hay que cambiar muchas cosas. Y no sólo el gobierno, que también. Pero la sociedad debería hacer un cambio de mentalidad al respecto, especialmente en todo lo que toca al "pirateo".  Necesitamos reflexionar al respecto todos juntos: gobierno, industria y público. Para así poder adaptarnos a los nuevos tiempos sin cargarnos el cine.

    Caníbal

    Alejandro G.Calvo

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