"Elevándose por encima de Aladdín está el gigantesco GENIO de la lámpara. Es muy impredecible al estilo Robin Williams, lleno de exuberancia y con la vulnerabilidad de un niño". Así es como aparece descrito el Genio en el guion de Aladdín, aunque por aquel entonces el actor no había confirmado su participación en el filme. Los guionistas escribieron el libreto pensando exclusivamente en Williams para ser el Genio y, según explicó el co-director John Musker a ABC, "si decía que no, íbamos a estar metidos en un gran problema".
El animador Eric Goldberg fue contratado por el estudio y, según Jim Hill Media, su primer encargo fue realizar una pieza para convencer al cómico de que aceptase el papel. Goldberg se basó en el álbum Reality... What a concept de Robin Williams para trasladar su personalidad al personaje de Disney y creó una escena en la que el Genio tiene dos cabezas y discute consigo mismo.
Cuando llegó la reunión con Robin Williams, le enseñaron el metraje de prueba acompañado por el audio del álbum del monólogo. "Tengo que decir que una de las mayores ilusiones de mi vida fue ver a Robin Williams riéndose de mi animación. No hay nada mejor que eso", explica Goldberg. Después de ver esa escena, el actor aceptó el papel y unas semanas después entró al estudio a grabar su parte.
La tendencia del cómico a improvisar es de sobra conocida y volvió a hacerlo en Aladdín, pero el co-director John Musker asegura que fue muy cuidadoso: "Siempre fue un completo profesional. En un principio hacía las escenas como estaban escritas. Sólo después de hacer 6 o 7 tomas, Robin comenzaba a improvisar". Al final, Williams grabó horas de material improvisado y los guionistas tuvieron que seleccionarlo cuidadosamente.
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