El aura que desprenden ciertas películas de terror provoca que algunos miembros del equipo que trabajan en ella comiencen a vivir cosas extrañas. Y si no que se lo digan a F. Javier Gutiérrez, director de Rings. Ayer tuvimos el placer de tenerle en nuestro plató y, después de terminar la entrevista, confesó que, durante el proceso, había sufrido algunos sucesos que le dejaron pensando varios días.
Para rodar la tercera entrega de la saga The Ring, Gutiérrez se trasladó a Atlanta, un lugar frío en el momento de la grabación. Aunque intentaba no sugestionarse, reconoce que le resultó muy extraño ver moscas en la habitación. Estos insectos suelen aparecer cuando las temperaturas son cálidas, por lo que no encajaban en Atlanta, pero lo más extraño es que las moscas tienen mucha importancia en la franquicia.
El elemento principal de las películas de Samara es el círculo y el cineasta comenzó a verlo por todas partes, algo que puede ser habitual cuando estás inmerso en un proyecto así. Lo que no es tan normal es el charco perfectamente circular que se formó en la habitación de su hotel. Gutiérrez cree que se debió a la condensación y al suelo abombado.
Pero, sin duda, lo más extraño que sufrió el director fue una llamada de teléfono. Conducía el coche por Estados Unidos cuando decidió llamar a su familia -que se encontraba en Córdoba-, marcó el número y, para su sorpresa, se lo cogió una niña de unos 4 años que no conocía. Después de preguntarle quién era, la pequeña soltó una carcajada y cantó 'Happy Birthday'. Inmediatamente después volvió a llamar al mismo número y ya pudo hablar con sus familiares. Nunca supo quién era la niña que había descolgado el teléfono.
La nueva entrega de una de las sagas de terror más famosas, Rings, llega a los cines españoles hoy, 10 de febrero.
