Homenaje a Kubrick
Y hablando del espectáculo, otra toma de la secuencia entre Waterston y el Alien que la acecha se desencadena frente a nosotros sobre una plataforma móvil que es sacudida a su vez por fuertes vientos. No sabemos cómo la actriz es capaz de mantener el equilibrio… Danny McBride es el piloto de la nave que participa en la escena. "Doy vida en pantalla a Tennessee, que pilota la nave Covenant junto a su mujer, interpretada por Amy Seimetz. Cuando llegué aquí Ridley me explicó que el personaje es una especie de homenaje a Slim Pickens en ¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú, de Stanley Kubrick".
"Soy un gran fan de la franquicia Alien y especialmente del filme Prometheus que nos precede", puntualiza. "Y tengo que decir que, para una película que por momentos da bastante miedo, el ambiente durante el rodaje es muy bueno. Todo empieza por el propio Ridley, que disfruta con esto como si fuera un niño".
Criaturas terroríficas
El actor, al que estamos acostumbrados a ver en cintas más cómicas, reconoció estar entusiasmado con esta oportunidad. "Siempre he querido trabajar en una película así", confiesa, "por lo que la oportunidad de formar parte de ella y ver cómo la dirige un maestro como Ridley Scott es un sueño hecho realidad. Y hablando de realismo, es impresionante observar la manera en que ha sido capaz de construir mucho de lo que vemos en pantalla, incluyendo estas terroríficas criaturas. El otro día me pasé por el lugar donde las crean y no me lo podía crear. ¡Tanto de lo que vemos en pantalla es verdad! Ridley sabe lo que quiere y trabaja rápido, por lo que tienes que venir preparado. Y tiene un gran sentido del humor".
Siguiendo la sugerencia de McBride, visitamos el almacén donde se construyen y guardan los distintos Aliens que aparecerán en pantalla, sean maquetas, robots animatrónicos o marionetas de distinto tamaño. Y lo cierto es que impresiona verlos de cerca, tanto por su temible aspecto como por el detalle de su confección. Aprendemos que veremos varios tipos de Aliens que varían desde los Neomorph de 2 metros de altura hasta los aún más terroríficos Xenomorph de cerca de 3 metros.