Silencio, de Martin Scorsese
Película difícil, la última del maestro Scorsese. Retrato del calvario vivido por los misioneros jesuitas en Japón –con un tempo a la Mizoguchi- que arrastra un discurso teológico de una dureza insoslayable. Con todo: una de las películas más bestias del año. Sólo por la secuencia del calvario del Padre Garupe, Silencio – como La pasión de Juana de Arco (1928) o Francisco, juglar de Dios (1950)- ya es pura Historia.