Mi cuenta
    La fallida película que trató de repetir el éxito de 'Jurassic Park' y no logro quitarme de la cabeza
    Alicia P. Ferreirós
    Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

    Fue un éxito en taquilla, pero la crítica la suspendió de forma generalizada. Para muchos ha caído (y con razón) en el olvido, pero no para mí.

    Mucho antes de que se pusiera de moda la expresión 'guilty pleasure' que tan bien define esas cosas que no podemos negar que nos gustan aún siendo plenamente conscientes de que dejan mucho que desear, ya pasaba que determinada serie, película, libro o programa, incluso, nos encantaba a sabiendas de su merecida mala fama. Por suerte, esos tiempos en los que nuestros placeres culpables se limitaban a nuestro ámbito privado quedaron atrás y ahora no sólo no tenemos ningún problema en reconocerlo, sino que podríamos decir que casi se ve como algo necesario, como la forma justa e indispensable de desconectar y dejarnos disfrutar de algo que nos produce gusto, nos entretiene y "Adiós, muy buenas".

    Sin embargo, cuando éramos niños o preadolescentes, por lo menos en mi época -nacida en 1984-, veíamos lo que nos gustaba sin preguntarnos si era mejor o peor y ni muchísimo menos sentir algún tipo de culpa por ello. En mi caso, que he crecido viendo los VHS de El Rey León, PocahontasGreaseMary Poppins en bucle a pesar del escaso cuidado de mis padres a la hora de elegir las películas que íbamos a ver en el cine, llegó un punto en el que, por lo que sea, empezaron a interesarme la sangre y las vísceras, el terror, la violencia y, en general, todo lo tirando a gore que no estuviera recomendado para menores de 18 años. Sin filtros.

    De esa etapa, me recuerdo alquilando Holocausto caníbal, Scream, Muñeco diabólico, Al final de la escalera, CandymanCube y un largo etcétera. Una mezcolanza sin demasiado sentido que aunaba lo clásico con lo 'mainstream' y que como único punto en común tenía mi interés por ver determinadas escenas. Ahora, ya en la vida adulta y también por lo que sea, la balanza se ha inclinado en una fuerte pasión por el 'true crime' que agradece que la buena salud de la que goza el género hoy día. 

    Congo
    Congo
    Fecha de estreno 1 de septiembre de 1995 | 1h 49min
    Dirigida por Frank Marshall
    Con Dylan Walsh, Laura Linney, Ernie Hudson
    Usuarios
    2,7
    Sensacine
    0,5

    Como nos pasa a todos, hay determinados títulos que se quedan en nuestras retinas para siempre y, por mucho que el año 1995 nos dejase peliculones como Toy Story, Jumanji o Babe y otras cintas que siempre recordaremos como Waterworld o Ace Ventura que han envejecido mucho peor, a mí de aquel año me dejó una especial huella Congo, una película que trató de emular el éxito de Jurassic Park sin conseguirlo y que, hoy por hoy, todos sabemos que era endemoniadamente mala.

    La película, dirigida por Frank Marshall (¡Viven!) y protagonizada por Dylan WalshLaura Linney y Ernie Hudson, entre otros, no está disponible en plataformas de 'streaming' bajo suscripción, pero sí en alquiler a través de Apple TV+, Rakuten TV, Amazon Video y Google Play, lo que me ha permitido un nuevo visionado que me ha hecho darme cuenta de que este gran poder de abstracción que ahora domino para no hacer ni caso a algunas de las cosas que ve mis hijas ya lo manejaba cuando tenía diez años: Me gustaban determinados momentos de la película y era capaz de borrar de mi mente todo lo demás. Especialmente que era muy cutre.

    En las reseñas de la crítica especializada de la época podemos leer lindezas como que era "una de las obras más delirantes que la historia del cine ha entregado", "No es divertidamente mala, sino mala malísima" o "Es como si la edición se hubiese hecho para dejar escenas de acción cutres y eliminar las únicas que le daban sentido a la historia", pero tampoco caló bien entre los espectadores, que directamente llegaron a describirla como "basura" hecha con el único objetivo de tratar de "chupar" del éxito de Parque Jurásico. Respecto a la recaudación, ni tan mal: Congo logró triplicar la cantidad invertida para realizar la película, mientras que su apartado de premios se reduce a unas cuantas nominaciones a los Golden Raspberry Awards, más conocidos como Razzies, que cada año premian lo peor de lo peor. Y ni eso ganó porque aquel año también se había estrenado Showgirls.

    Paramount Pictures

    Para resumir Congo en pocas palabras basta con decir que gira en torno a una gorila que habla, diamantes escondidos en una ciudad perdida y un grupo de violentos simios asesinos. Pero, recapitulando un poco, podemos sacar algo más de chicha. Tras una breve declaración de intenciones en una de las escenas que sirven como prólogo, la violencia que funcionaba como principal reclaro de la película tardaba en hacer acto de presencia. Por contra, la primera parte de la película se centra en explicar a duras penas qué es lo que lleva al dispar grupo protagonista a formar parte voluntariamente de una peligrosa expedición en plena jungla de la República Democrática del Congo en un momento en el que el panorama político del país es de lo más inestable.

    Y el objetivo de todos ellos conducía al mismo lugar: la famosa ciudad perdida de Zing, unas ruinas que se remontan a tiempos del rey Salomón y que, según la leyenda, esconden una mina de poderosos diamantes azules.

    Paramount Pictures

    Puede que en 1995 no me diera cuenta, pero Congo termina por repetir la estructura más básica de la cinta de Steven Spielberg: un grupo de lo más diferente entre cuyos miembros hay personas con el único objetivo de enriquecerse -y que van a morir- adentrándose en un escenario 'junglero' repleto de animales peligrosos. Además, la película es, como Parque Jurásico, adaptación de una novela del afamado autor Michael Crichton.

    Pero la jugada les salió fatal. En su intento por plasmar un escenario conflictivo y peligroso, Congo introduce de refilón la inestabilidad política, la milicia y las tribus nativas con una superficialidad que casi resulta molesta, puesto que aquí lo que verdaderamente importa son unos gorilas grises extremadamente agresivos que asesinan sin piedad a cualquiera que pise su territorio. Estos primates han sido entrenados para proteger las minas de diamantes, así que, cuando el grupo encuentra Zing [ups, 'SPOILER'], comienza todo un despliegue de violencia, muertes sangrientas y vísceras por doquier en una amalgama de escenas de acción mal ejecutadas, efectos especiales de lo más cutres, un final bastante absurdo y su gorila protagonista como el único animal salvaje domesticado de la historia del cine capaz de no generar ningún tipo de emoción ni simpatía en el espectador.

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