Es uno de los actores que ya despuntaba en los 90, pero ahora, de dos a tres décadas después, sigue estando entre las estrellas de Hollywood más cotizadas. Brad Pitt, de 58 años, ganaba su primer Oscar en categorías interpretativas hace realmente poco, cuando la Academia reconoció en 2020 su brillantez en la cinta de Tarantino Érase una vez en... Hollywood, pero su trayectoria artística está repleta de grandes títulos e interpretaciones en diferentes registros por las que le recordaremos siempre.
Desde el joven pícaro y seductor que cautivó al personaje de Geena Davis en Thelma & Louise hasta inmoral ególatra Tyler Durden que nos dejó huella en El Club de la lucha, la lista es interminable: Seven, Entrevista con el vampiro, Leyendas de pasión, Babel, Guerra Mundial Z, Malditos Bastardos, Ad Astra, El árbol de la vida, El curioso caso de Benjamin Button. Más de tres décadas de carrera en los que, aún con algún que otro altibajo a menudo relacionado con su vida personal, se ha mantenido como uno de esos intérpretes que han dejado huella en su generación y un sinfín de blockbuster a sus espaldas.
Es su prolífica carrera interpretativa por la que todos le conocemos, pero Brad Pitt, a sus casi 60 años lleva tiempo teniendo otra serie de inquietudes artísticas que le están llevando por nuevos caminos. De hecho, el actor hace tiempo que comenzaba a explorar una faceta muy diferente, la escultura, una pasión que esta misma semana ha sorprendido a muchos de la mano de su primera exposición pública.
Según ha pubicado The Guardian entre otros medios que se han hecho eco de la noticia, Pitt ha expuesto por primera vez sus esculturas en el Museo de Arte Sara Hildén en la ciudad finlandesa de Tampere, un precioso enclave situado junto a un lago. Sus piezas, a las que el propio actor se refiere como un "inventario radical de sí mismo", han sido la gran sorpresa de una exposición mayor del artista británico Thomas Houseago, en la que han tenido la oportunidad de participar tanto la estrella de Hollywoood con sus esculturas, como el músico australiano Nick Cave con su colección de piezas de cerámica.
Es la primera vez que el Pitt, un ahora recién inaugurado artista que se describe a sí mismo como "en gran parte autodidacta", expone sus piezas en público y ha generado una grandísima expectación. "Para Nick y para mí, este es un mundo nuevo y se trata nuestra primera entrada. Me siento bien", declaró el actor a la emisora finlandesa Yle en la ceremonia de inauguración celebrada el pasado sábado en la sala de exposiciones de Tampere y en la que, por supuesto, estuvo presente y muy orgulloso.
Para mí se trata de autorreflexión. Se trata de lo que hice mal en mis relaciones, dónde me equivoqué dónde soy cómplice. Para mí, nació de la propiedad de lo que llamo un inventario radical de uno mismo, siendo real y brutalmente honesto conmigo y teniendo en cuenta a aquellos a los que pude haber lastimado, los momentos en los que me equivoqué [Brad Pitt]
En total nueve esculturas diferentes y en las que ha empleado diversos materiales como madera, silicona, que representan diversas figuras como manos, pies y cabezas, así como una serie de "casas" de lo más curiosas. De hecho, entre las expuestas se encuenta su primera obra: una casa en miniatura hecha de corteza de árbol y unida con cinta adhesiva.
Mientras explora sus nuevas inquietudes artísticas y reflexiona sobre sí mismo y sus relaciones de pasado, Pitt sigue completamente inmerso en su carrera profesional interpretativa. Su trabajo más reciente es la cinta de acción Bullet Train de David Leitch, y el 27 de enero de 2023 estrenará la nueva cinta del director Damien Chazelle Babylon, una prometedora cinta de metacine en la que vuelve a explorar la historia de la industria que conoce tan bien.
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