Si hay un actor comprometido con su trabajo ese es Keanu Reeves. El intérprete es una de las estrellas más queridas de Hollywood y no solo por su personalidad y amabilidad, también porque si tiene que matar a más de una docena de enemigos con 40 de fiebre lo hace. Reeves ha participado en títulos llenos de acción como las sagas Matrix y John Wick, pero la exigencia de las escenas le han destrozado el cuerpo. También su pasión por las motos.
Durante el rodaje de Matrix, la primera entrega de la franquicia creada por las hermanas Lilly y Lana Wachowski, varios de los compañeros de reparto de Reeves se lesionaron al grabar escenas con cables. El actor, por su parte, estuvo preparándose para los momentos de artes marciales y tuvo que enfrentarse a una lesión en la espalda antes de empezar la producción, por lo que estuvo recuperándose de ella durante el rodaje. El problema provocó que experimentara una parálisis en sus piernas. Esto condujo a una cirugía en su cuello que alivió el problema.
Puedes ver una imagen de Reeves ensayando una pelea con Laurence Fishburne, Morfeo en el filme, en la que el actor lleva un collarín:
Si te fijas, Neo no da demasiadas patadas en el principio de Matrix. Eso, como señala Collider, es una consecuencia de esta lesión. El coordinador de peleas Yuen Woo-ping tuvo que construir una coreografía que permitiera a Reeves enfrentarse a sus enemigos pero sin que las piernas estuviesen demasiado involucradas.
Tiempo después, poco antes de rodar la secuela Matrix Reloaded, Reeves también se rompió un tobillo. Esto fue consecuencia de su pasión por las motos. El actor ha admitido que ya no conduce tan rápido como antes porque ha sufrido varios accidentes. Además de romperse dientes y su tobillo, también se rompió el brazo cuando conducía por la ladera de una montaña.
Otro de los momentos en los que Reeves ha demostrado su compromiso con su trabajo ha sido durante el rodaje de una importante escena de acción en John Wick (Un buen día para matar), la primera película de la franquicia sobre el asesino. Cuando llegó el momento de grabar el enfrentamiento de John Wick contra más de una docena de enemigos en un club nocturno, el actor tenía 40 de fiebre y un fuerte resfriado. Seguro que ahora ves ese momento del filme con otros ojos.
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