Nami estaba ahí desde el principio, aunque Eiichiro Oda aún no había encontrado al personaje del todo y en Romance Dawn, una especie de versión previa de One Piece, la dividió en dos personajes, Silk y Ann. Cuando llegó la hora de preparar su serie estrella, lo tuvo muy claro: Nami llevaría un hacha gigante y tendría un brazo y una pierna mecánicos. Es más: ella sería la única chica de los Sombrero de Paja. Sin embargo, el concepto fue variando a lo largo del tiempo y finalmente nos encontramos con nuestra navegante ladrona favorita.
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¡Aprendiendo a luchar!
A lo largo de los más de 25 años de One Piece lo hemos sabido todo sobre Nami, desde su nacionalidad en la vida real (sueca) hasta su comida favorita (obviamente, las mandarinas). Es uno de los cuatro miembros originales de la banda pirata de Luffy: apareció en el capítulo 8 del manga por primera vez y en el primero en el anime. No es de extrañar que después de tanto tiempo la gente le haya cogido cariño.
Tanto, que las cosplayers cogen sus diferentes trajes para vestirse con ellos una y otra vez. Es el caso de Sakura Bri, una modelo australiana que no quiso dejar pasar la oportunidad de coger el arma de Nami, uno de sus modelos más conocidos e incluso hacerse el mismo tatuaje que lleva la navegante del Going Merry (y, después, el Thousand Sunny). Impresionante.
Es poco conocido, pero Oda acabó casándose (y teniendo dos hijas) con Chiaki Imaba, una modelo a la que conoció... ¡Mientras hacía un cosplay de Nami! Se quedó absolutamente prendado de ella y encontró, sin querer, su alma gemela. Para que luego digan que el cosplay no abre fronteras.