La idea original de los guionistas de Los Simpson es que McBain se llamara, bueno, McBain. Sin embargo, tras su debut en 1991 en el episodio Tal como éramos, de la segunda temporada, se encontraron con un problema. Y es que nueve meses después de la emisión del capítulo se estrenó en cines McBain, una película donde Christopher Walken, un ex-soldado de Vietnam, monta una guerrilla contra el presidente de Colombia. Desde Shapiro-Glickenhaus Entertainment, la productora, se negaron a dar permiso a Fox para usar el nombre de McBain y tuvieron que cambiarlo. Bueno, más o menos.
¡Tiene derecho a permanecer... muerto!
Ya que el actor no podía llamarse McBain, le utilizaron como parodia de Arnold Schwarzenegger, incluso en el nombre: Rainier Wolfcastle. Que de alguna manera suena totalmente distinto y, al mismo tiempo, igual. Wolfcastle, a lo largo de las 36 temporadas de Los Simpson, ha ido haciendo todo tipo de películas, desde Radioactivo Man (rodada en Springfield) hasta secuelas de acción subido a un escenario de stand-up y, por supuesto, la McBain original.
Si sois fans acérrimos de la serie, ya sabéis lo que os voy a contar: si juntas los trozos de McBain que fueron pululando desde la temporada 2 hasta la 4, forman una película entera en la que nuestro héroe sufre la muerte de su compañero a punto de jubilarse y va contra la persona que lo hizo: Mendoza, el líder de un cártel de drogas que ha creado una sustancia "diez veces más adictiva que la marihuana". Al final le encuentra y le tira por la ventana, mientras los títulos de créditos anuncian que volverá en la película Tiene derecho a permanecer muerto. Los Simpson de los 90 estaban hechos de otra pasta.
A medida que Los Simpson fue evolucionando, las tramas también se hicieron rebuscadas, y Bart Simpson acabó siendo pareja de la hija de Wolfcastle, Greta, sin hacer mucha mención a lo fans que eran padre e hijo de la película original (que a veces se emitía en una televisión y a veces se proyectaba en un cine, según conviniera a los guionistas). Cuando Los Simpson eran buenos. Qué tiempos aquellos.