Cuando Akira Toriyama dio por terminado Dragon Ball el 23 de mayo de 1995, se dejó a un buen puñado de personajes en el tintero. Y claro, a los fans no les valía con un simple "Ha habido paz en el planeta gracias a ellos": quisieron más. De ahí que la saga siga viva a día de hoy, claro. Sin embargo, en 2013, debido al estreno de La batalla de los dioses, dio solución a varias de las dudas de los seguidores: ¿Qué fue de Yamcha? ¿Y de Ten Shin Han? ¿Qué pasa con C-17? Si os estabais comiendo las uñas y os costaba dormir pensando en el destino de los secundarios del manga, este post os trae buenas noticias.
Entre granjas y guardias de seguridad
El primero del que habló fue de Yamcha, que en su momento fue el interés amoroso de Bulma (pero que no era capaz de comunicarse con las mujeres): "Tiene el dilema de amar a las mujeres pero no saber comportarse con ellas, así que aún sigue vagando ciegamente en busca de su pareja ideal, con la que no esté nervioso. Incluso ha trabajado en un club nocturno, pero debido a su nerviosismo fue despedido. VIve trabajando junto a Puar como guardaespaldas freelance, pero ocasionalmente va a ayudar a la granja de Ten Shin Han". Porque sí, tiene una granja, ¿vale?
"Ten Shin Han, además de entrenarse, es granjero. Puede separarse en varios cuerpos y hacer crecer brazos extra, así que es rápido cosechando. Lunch se lo encontró y se enamoró de él a primera vista. Vivieron juntos, aunque él lo hizo de mala gana: ella no ha nacido para ser granjera, y Ten Shin Han no tiene interés en el romance, así que la dejó después de unos días. Después de eso, parece que Lunch se queda de tanto en cuando". ¡Vaya con Ten, lo callado que se lo tenía! Ah, si te estás preguntando qué pasa con Chaos, pues aparentemente gracias a su poder telequinético es contratado por los granjeros de la zona y tiene un buen dinero ahorrado.
Toei
El que no tuvo nada que ver con la granja fue C-17, que trabaja como guardia de seguridad en el área preservada de un parque natural. Explicaba Toriyama que "es un trabajo ideal para C-17, al que le encanta estar solo y no sabe colaborar con otros; como es bueno en su trabajo cobra muy bien. Está casado con una zoóloga, tienen un hijo natural y dos adoptados, y viven felices en una casa solitaria dentro del parque. Una vez se vio con C-18 y Krilin, pero no habla de lo que hicieron, quizá porque considera que ese estilo de vida es vergonzoso". Si en el resto de Dragon Ball Super van a retconear la palabra sagrada de Toriyama o no, aún está por ver, claro.