El product placement (o sea: colocar marcas de manera que formen parte de una historia en lugar de limitarse a la publicidad aparte) existe desde antes de la invención del cine. Fue Julio Verne, de hecho, el que llamó a varias marcas para ver su interés en aparecer en La vuelta al mundo en 80 días, en previsión de su gran éxito. No se sabe si cobró por ello o simplemente estaba pidiendo permiso, eso sí, pero marcó un peligroso antecedente que ahora, tantos años después, Miércoles está aprovechando de lo lindo.
Miércoles Apples
Hace ya mucho tiempo que el product placement en las series de televisión no es tan descarado como en los desayunos de Los Serrano o Aquí no hay quien viva, y normalmente intentan que forme parte de la trama para pasar desapercibido. Pero en el caso de la temporada 2 de Miércoles ha sido tan exagerado como en aquellas series españolas de hace dos décadas.
Normalmente, en las series y películas, los protagonistas tapan la marca de los teléfonos con la mano y la interfaz es una ficticia, para no hacer publicidad (o todo lo contrario, en caso de que el dueño del móvil sea el villano de turno). Pero en esta nueva temporada de Miércoles, Apple ha sido prácticamente una de las protagonistas, con móviles a la vista, llamadas de teléfono, selfies constantes y hasta una aparición en los últimos minutos de esta primera parte, que algunos han calificado como "un anuncio".
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No es, para nada, la única serie que ha tocado Apple, que también ha estado más que presente en Modern Family, The Bear o Ley y Orden, entre muchas otras. De hecho, se considera que Apple es la empresa que más practica el product placement, incluyendo sus propias series. Se dice, de hecho, que solo tiene un requisito: que el malo no tenga un teléfono de la marca. Solo los buenos usan Apple. Tan básico como efectivo.