Glen Morgan y James Wong se habían marchando del equipo de guionistas de Expediente X en su temporada 2, y solo un año después volvían con el rabo entre las piernas. Su serie, Space: Guerra estelar, no había funcionado en absoluto, y se vieron obligados a unirse de nuevo al equipo de la serie estrella de Fox. Pero claro, no querían volver bajando la cabeza y dedicándose a escribir lo que les pedían: en su lugar, hicieron un guion ambicioso, loco y que estiraba lo que se podía y no se podía mostrar en televisión.
No hay ningún sitio como el hogar
El capítulo en cuestión, el segundo de la temporada 4, se tituló Home y no era canónico con la historia general de la serie, pero ha causado pesadillas a lo largo de los años en cientos de hogares. De hecho, lo que se mostraba era tan gordo que fue el primer episodio de Expediente X que contó con un aviso para los espectadores y la calificación TV-MA, restringiéndola solo a los mayores de 18 años (aunque sin manera de comprobarlo, claro).
No era para menos: el episodio contaba con un bebé deforme muerto, una mujer sin extremidades que vivía en una carretilla bajo una cama, una familia incestuosa (con una madre que tenía sexo con sus tres hijos)... En fin, pilláis el estilo. Según cuentan, hubo un productor que, al ver el episodio, creyó que habían ido demasiado lejos, y miembros del reparto declararon que era "asqueroso, incluso para nosotros". Fue para tanto que el cantante Johnny Mathis se negó a venderles los derechos de una canción para que sonara en el episodio.
Lo curioso es que el capítulo tuvo éxito de crítica y los fans lo atesoran como uno de los mayores logros de la serie. Y en Fox lo sabían. Por eso, cuando en 1999 volvieron a emitir el episodio por Halloween, lo llegaron a anunciar en el periódico (imagina ahora anunciar una simple repetición) con el texto "Solo en Halloween nos atreveríamos a emitir un episodio tan controvertido que ha sido prohibido de la televisión durante tres años. Consideraos advertidos". Wong acabó dirigiendo Dragonball Evolution que, si me preguntan, da bastante más mal rollo que cualquier episodio de Expediente X. La verdad (y los kamehame) estaba ahí fuera.