Si te das un paseo por el centro de Madrid en estas fechas (un consejo: no lo hagas), puedes encontrarte, entre muchas otras piezas de merchandising de Stranger Things, con el alfabeto, justo al lado de Callao. Es solo una muestra de lo influyente que fue la primera temporada de la serie de Netflix, que, por mucho que cogiera prestado de aquí y de allá, se ha quedado en nuestra mente como una pieza imborrable de la cultura pop. Habrá que ver si en lo que queda de la quinta entrega de episodios lo consigue o se queda en un "Ay, casi" de manual.
We Will Rock You, Will
Durante las dos primeras temporadas de Stranger Things, parecía que el juego constante iba a ser hacérselas pasar canutas a Will Byers, que se pasaba la temporada 1 secuestrado en el Mundo Del Revés y en la 2 no paraba de tener visiones, poseído por el Azotamentes. A partir de ahí ha ido hacia arriba, por suerte para él, pero siempre nos quedó la duda de qué pasó realmente allí durante esos días.
Ahora, Matt Duffer ha prometido que en la temporada 5, recién estrenada, volveremos a todas las preguntas no resueltas de aquellos inicios en Netflix: "Construimos gran parte de la temporada con la idea de completar el círculo, respondiendo a muchas de las preguntas que se hicieron en la temporada 1. Creo que las dos más grandes y que responderemos ahora son '¿Qué es el Mundo Del Revés, de verdad?' y '¿Por qué escogieron a Will?'". Así que ya está, no hay mucho más de donde tirar: esto es el final, de una vez por todas.
Si has terminado esta primera tanda de episodios, ya habrás visto que están empezando a contestar a las preguntas, una a una. En todo caso, Will no parece que lo vaya a pasar precisamente bien. Nada, que no se libra de sufrir ni al final.