No sé si alguna vez habéis jugado a rol, pero lo más normal es que entre hechizos, dragones, enanos y peleas en la taberna, se os acaben pasando las horas a toda velocidad. Es terapéutico, divertido y, además, creas historias mientras haces amigos, ¿qué más puedes pedir? Bueno, si le preguntas a Mike Wheeler, se conformaría con que su madre no le estuviera dando la murga para ir terminando porque ya van tarde. Sí, así es como empezaba Stranger Things, y es como ha continuad cada temporada. No, no con una nueva partida de rol (aunque eso es discutible), sino con Mike llegando siempre tarde.
O pronto o tarde, cuando ya no queda nada
En la temporada 1, estaba terminando tarde la partida de rol. En la 2, no encontraba dinero para ir a las recreativas. En la 3, llegaba tarde al cine del centro comercial. En la 4, llegaba tarde al colegio porque se había quedado leyendo una carta de Once. Y, por supuesto, ¿cómo empieza la temporada 5? Con Mike llegando tarde. Es que no podía pasar de otra manera: aunque los fans han señalado que quizá tiene algo que ver con unos supuestos poderes temporales, lo cierto es que la realidad es muy distinta: simplemente, a los Duffer les hace gracia que vaya siempre pillado de tiempo.
Aunque el personaje ha evolucionado, originalmente en el guion se pretendía que fuera un protagonista típico de los años 80: inocente, leal, lleno de energía, el líder de su grupo. Pero claro, a lo largo de 5 temporadas ha dado tiempo a que cambie y se convierta en alguien tridimensional, con aristas... pero también basado en los personajes típicos de aquella década.
Netflix
Cuesta creerlo, pero ya solo quedan unos días para saber cómo acaba Stranger Things después de casi una década de serie. Esperemos que, al menos, en el último episodio Mike llegue justo a tiempo para arreglar el desaguisado en Hawkins.