Mi cuenta
    Owain Yeoman, de 'El Mentalista': "La televisión se ha vuelto demasiado difícil de ver"

    El actor galés, invitado al Festival Internacional de Montecarlo, habla con SensaCine de Wayne Rigsby, de la obsesión de Hollywood por la belleza y de sus deseos por ponerse detrás de las cámaras en el éxito procedimental de CBS. La cuarta temporada de la ficción policíaca aterriza en España el 4 de octubre de la mano de La Sexta, mientras que TNT la estrenará un día más tarde.

    A Owain Yeoman (Chepstow, País de Gales, 1978) lo hemos visto sufrir como un perro en la tercera temporada de 'El Mentalista', uno de los procedimentales estrella de CBS que en España emite La Sexta. A su ex novia Grace Van Pelt (Amanda Righetti) se la camelaba un agente del FBI llamado Craigh O'Laughlin (Eric Winter), e incluso se comprometían antes de que el equipo del CBI descubriera que se trataba de un topo de Red John. Yeoman ha sido uno de los invitados del Festival Internacional de Televisión de Montecarlo, donde SensaCine le ha preguntado en exclusiva sobre Wayne Rigsby, su personaje, y también sobre la industria televisiva, la obsesión por la belleza en EE UU y hasta de los rumores que le situaban como protagonista en la serie que prepara FX del cómic 'Powers'. Por de pronto, nos ha confirmado que en la entrega que empezará en septiembre -o en la quinta a más tardar- se pondrá detrás de las cámaras siguiendo los pasos de su compañero de reparto Simon Baker... Y también ha escrito un piloto. La cuarta temporada de 'El Mentalista' aterrizará en España el 4 de octubre a las 22.25 horas de la mano de La Sexta, mientras que TNT la estrenará un día más tarde, el miércoles 5 a las 22.15 horas.

    ¿Tiene ambiciones por dirigir alguno de los episodios de la cuarta temporada?

    Por supuesto que sí. Simon (Baker) lo hizo en uno de esta temporada porque le picaba mucho el gusanillo y, aunque es un trabajo de muchas horas, fue una gran experiencia para él vivir el personaje desde otro punto de vista. Así que claro que me gustaría ponerme detrás de las cámaras. Escribo mucho, por ejemplo el piloto de una serie, y lo único que estoy esperando es el momento.

    ¿De qué va el piloto?

    Se trata de una comedia agridulce sobre un tipo que trabaja en un banco de Londres. Esta más o menos basado en mi propia experiencia, pues antes de ser actor también trabajé en un banco de Canary Wharf. Tengo bastante ambición y creo que 'El Mentalista' es un buen camino para empezar a tocar palos en el mundo de la dirección. Estoy rodeado de un equipo que me mima muchísimo, de gente que me quiere, y así todo es más sencillo y tienes menos presión que si lo haces en una serie nueva.

    Pero de hacerlo actuaría y dirigiría en el mismo episodio...

    Sí, y eso precisamente es lo que representa un reto, ¿no? Simon dijo que una de las cosas más difíciles de ponerse detrás de las cámaras fue juzgar adecuadamente su interpretación. Es algo que no me importaría hacer y seguro que se produce en la quinta temporada si no sucede en la cuarta.

    Owain Yeoman y Amanda Righetti en una escena de 'El Mentalista'.

    Ha escrito una especie de comedia agridulce y 'El Mentalista' bebe un poco de ese género a pesar de ser considerada un procedimental...

    Efectivamente. Para ser sincero, creo que es un poco la razón por la que la gente sigue viendo la serie. Esto se puede ver sobre todo en el personaje de Simon. Patrick Jane es bastante humorístico, muy ligero y algo frívolo. Es muy interesante porque representa situaciones que a nosotros nos gustaría protagonizar en nuestra vida real y que no podemos hacer. Mi personaje puede que no sea tan exagerado, pero también tiene varias facetas: su colegueo con Cho (Tim Kang) y también ese perfil emocional que saca a relucir con el personaje de Amanda Righetti (Van Pelt). Precisamente esta última temporada ha sido muy dura para Rigsby porque ella salía con el personaje de Eric Winter (Craigh O'Laughlin) y yo tenía que hacer como si me pareciera bien.

    ¿Cree que el éxito de 'El Mentalista' se explica por otros motivos?

    Algunos lo pueden ver como una limitación, pero la serie gana enteros por pertenecer a una cadena en abierto y no a una de cable. Obviamente, a estas últimas se les permite ser más oscuras y explícitas... A mí me gustan títulos como 'Californication', pero aquí no podemos hacer ese tipo de series porque cuando te diriges a todo el mundo debes hacer algo mucho más familiar. 'El Mentalista' tiene un poco de eso: es una serie que pueden ver niños y mayores y que a su vez tiene varios niveles de lectura.

    ¿No puede ser también que 'El Mentalista' haya recuperado el tono de series del pasado muy queridas por los espectadores?

    Exacto. Yo siempre digo que se parece mucho a 'Colombo' y a 'Se ha escrito un crimen'. Son series que yo llamaría de simple fórmula y que no se parecen en nada a las problemáticas como 'Perdidos'. Al fin y al cabo, la televisión es entretenimiento. Hay veces que pienso que en los últimos años se ha vuelto demasiado difícil de ver. Tienes que seguir una serie durante seis o siete años y si no has visto un capítulo te pierdes elementos trascendentales de la trama. Lo bueno de 'El Mentalista' es que tienes historias lineales, sí, pero también puedes ver un episodio de vez en cuando y sentirte atrapado por su trama policíaca. La gente siempre me dice que lo bueno que tenemos es nuestra ligereza. Que sintonizas una hora con nosotros y sabes que durante esos 60 minutos no vas a hacer nada más que entretenerte. Es divertido y es un modo de escapar de nuestras preocupaciones.

    Usted nació en Gales pero en la serie emplea un acento americano. ¿Fue difícil conseguir ese cambio?

    (Risas). Al principio sí, ¿sabes? Siempre hacemos muchas bromas con el inglés y el americano fuera de las cámaras. Mi personaje se iba a llamar de otra manera y al final le cambiaron el nombre porque sonaba demasiado británico. Rigsby, el definitivo, creo que se llama así por el personaje de una sitcom de los 60. Y la verdad es que en la serie tenemos de todo: un tipo australiano haciendo el papel principal, el galés, el coreano y dos americanos para compensar y para que el público estadounidense no se ofenda. Yo siempre gasto la broma de que nos contrataron así porque pensaban que salía más barato (Risas). Es una broma, pero imagínatelo: "¿Un galés y un coreano? Seguro que sólo piden cafés por trabajar" (Risas).

    ¿Y qué acento usa fuera de la serie?

    Tanto Simon como yo empleamos nuestros acentos nativos fuera de las cámaras. Hugh Laurie, por ejemplo, se mantiene todo el tiempo en el americano. Al final es como un idioma más. Yo llevo viviendo en Estados Unidos ocho años y sé a la perfección que todavía no tengo un acento perfecto. Para eso tienes a un asistente que siempre te lo recuerda y te dice: "Un poco galés de más, ¿no crees?". (Risas). Ésta es la primera vez que hago una serie y no dispongo de entrenador lingüístico y te resulta halagador cuando alguien te dice que no sabía que eras británico. Es como un signo de que voy mejorando poco a poco.

    ¿Y no podría haber sido Rigsby inglés?

    Simon y Bruno Heller hablaron de este tema y al final optaron por darnos a todos el pasaporte americano. Si no había que explicar demasiado. ¿Cómo haces creíble que un galés trabaje para una organización de élite que trabaja en California deteniendo a criminales? No hubiera tenido sentido porque habríamos tenido que explicar demasiado. Al final lo importante es que el personaje sea brillante y no importa de qué nacionalidad sea. Y lo mismo pasa con el actor.

    Owain Yeoman junto a Simon Baker en una escena de 'El Mentalista'.

    ¿Se ha puesto algun límite para triunfar en Hollywood?

    (Lo medita durante unos instantes y pone cara interesante). No lo sé. ¿Cinco años? (Risas). El mundo de la actuación es un negocio muy volatil. Yo estudié en la Royal Academy de Londres aunque nunca pensé en dedicarme a la actuación de un modo profesional y mi primera audición fue para 'Troya'. Tuve la suerte de que me contrataran para el papel de Lisandro y ya estaba bastante contento con eso. De algún modo fue positivo pasar por un montón de audiciones desde que llegué porque era un poco inocente y eso me preparó para lo que vino después. Nunca me he parado a pensar: "Vale, este es mi plan de siete años". Escojo un trabajo porque me gusta y no porque vaya a beneficiar mi fama o algo parecido.

    Hablando de la diferencia entre americanos y británicos... ¿Sufre ahora esa obsesión yanqui que exige estar siempre perfecto? Esta temporada le pusieron a un oponente para competir por el amor de Van Pelt, Eric Winter, y venía del mundo de la moda. ¿En algún momento pensó: "Este tipo va a gustar más que yo y ahora mi personaje va a perder peso en las tramas"?

    ¿Estás diciendo que no soy suficientemente atractivo? (Risas). Entiendo lo que dices porque en casi todas las series americanas se proyecta una imagen de belleza casi ilusoria. Pero hay un montón de intérpretes buenísimos que no tienen una imagen agradable o que por lo menos no son guapísimos. Y hablo de hombres y de mujeres que son protagonistas en sus series. Conozco esa presión porque estoy casado con una actriz (la británica Lucy Davis, protagonista del 'The Office' británico), pero no creo que sea determinante. Y sobre lo de Eric... No estaba preocupado porque sabía que le matarían al final de temporada (Risas).

    ¿Cree que la televisión americana está obsesionada con la belleza?

    Una serie de calidad es una serie de calidad y no importa si eres guapo o no lo eres. Un buen actor es un buen actor y no hay discusión. Cuando yo veo una película o un producto de ficción no pienso: "Vaya, es guapísimo". Lo que pienso es: "Qué bien lo hace". Sigo pensando que la televisión es escapismo, ver personajes que nos gustaría ser. Superman, todos los superhéroes y otra clase de papeles son elementos que despiertan nuestras fantasías. Son como la mejor versión de nosotros mismos. El sexo vende. Nadie puede negarlo. Aún así, estoy convencido de que el aspecto físico es algo secundario. Me gustaría que pensaran en mí como un buen actor antes que se fijaran en que tengo unos abdominales definidos.

    Pues los freaks de los cómics le ven a lo musculoso interpretando a Christian Walker, protagonista de la serie que prepara FX sobre la novela gráfica del mismo nombre...

    Me hubiera encantado, aunque creo que Kyle Chandler está mejor posicionado. Soy muy fan del mundo de los cómics y físicamente estaría preparado. El problema es que todavía tengo un contrato con 'El Mentalista'.

    ¿No le gustaría acabar siendo el protagonista de su propia serie?

    Todos soñamos con eso, pero de momento sigo contento donde estoy. Hubiera pagado por hacer de Superman, aunque al final se lo dieron a Henry Cavill. Ahora he oído que están trabajando en la película de Capitán Marvel y no tienen protagonista. Me gustaría ponerme su traje. Si me piden que haga algo así cuando no esté atado contractualmente, ten por seguro que diré que sí.

    Santiago Gimeno

    FBwhatsapp facebook Tweet
    Comentarios
    Back to Top