Mi cuenta
    Lana Parrilla, de 'Érase una vez': "La Reina Malvada tiene mucho de mis amigos gays"

    La actriz que interpreta a la alcaldesa de Storybrooke respondió así a nuestras preguntas en el Festival de Montecarlo.

    Lana Parrilla (Nueva York, 1977) lleva trabajando en televisión más de diez años. Empezó en series como Spin city: loca alcaldía, Metrópolis o 24, pero su gran oportunidad no le llegó hasta 2008 con la interesante, polémica y adelantada para le época Swingtown (CBS). La serie, que narraba la revolución sexual de los 70 en USA a través de la vida de varios matrimonios en Chicago, duró tan sólo 13 episodios y fue cancelada por su escasa audiencia. Era demasiado pronto. Condicionada por sus orígenes puertorriqueños e italianos y su apariencia latina, el talento de Parrilla pululó desaprovechándose en apariciones episódicas en Covert Affairs o Chase. Pero algo le estaba esperando. Adam Horowitz y Edward Kitsis se quedaron con ella después de que interpretara a Greta en dos episodios de Perdidos y la eligieron para el papel de Reina Malvada en Érase una vez. Todo un caramelo. La serie fue la revelación del año pasado y actualmente emite su segunda entrega en EE UU. Antena 3 emite en España la primera temporada y AXN estrenará la segunda el próximo 8 de noviembre.

    Con alma de hippie y un poco marimacho cuando era niña, Lana Parrilla siempre ha sabido cuál era su cuento de hadas favorito. Su madre no le dejaba comer dulces y a ella, muy golosa, le encantaba leer la historia de Hansel y Gretel. Por las aventuras de los jóvenes hermanos, claro, pero sobre todo por los dibujos en los que podía casi saborear dulces inimaginables y deliciosos. Era una forma de viajar a un mundo mágico. Ese mismo razonamiento es el que emplea para explicar el éxito de Once Upon A Time. "Traer de vuelta los cuentos de hadas es un símbolo de esperanza y de querer soñar de nuevo. Es como decir que merece la pena usar la imaginación". Como su personaje, una villana con un pasado terrible en el mundo fantástico y una alcaldesa y madre adoptiva en el mundo real, la actriz parece contradictoria a primera vista. Su pelo y sus prendas negras y sus profunda mirada asustan de primeras y le hacen pensar a uno que acabará por lanzar un hechizo. Pero nada más lejos de la realidad. Su voz es irresistible y tranquilizadora al mismo tiempo. Le daba miedo trabajar con las pantallas verdes de efectos especiales cuando lo hizo por primera vez en Érase una vez y las plumas siempre le han dado buena suerte, de ahí que tenga un tatuaje de una de ellas en su brazo. Puede que sea una bruja en la pequeña pantalla, pero Lana Parrilla sigue acordándose de cuando era niña y se jugaba a los indios en lugar de vestirse de Blancanieves.

    Cuándo era joven, ¿se consideraba a sí misma como una reina malvada?

    Siempre he sido más una reina malvada, absolutamente... Nunca he llevado trajes de princesa, por ejemplo. Pero sí que me pintaba la cara como una guerrera africana y también jugaba con palos a ser india. Era bastante marimacho.

    ¿No es un caos interpretar a Regina y a la Reina Malvada?

    Sí y no. Al principio tuve que separar los dos personajes. Eran muy distintos. En el piloto tengo que transmitir el miedo por haber perdido a mi hijo y también el de enfrentarme a su madre biológica, que igual acaba llevándoselo. Y en el mundo de los cuentos de hadas es una historia completamente diferente. Al principio de la serie no creo que Regina supiese quién era Emma (Jennifer Morrison) en realidad. Y nunca se expresa abiertamente, pero al final del segundo episodio pienso que sí lo sabe. Y así, Emma se convierte en una doble amenaza. Y en el mundo fantástico, por muchas razones, quiero matar a Blancanieves. Siempre he tenido que mirar a los dos personajes como si fueran dos entidades independientes.

    ¿Y de verdad que no es difícil?

    A veces incluso yo misma me pregunto cómo lo hago. Pero el truco, como te he dicho, consiste en separar los personajes. Es como si juntara todo lo que tiene que ver con el mundo fantástico en un compartimento y todo lo que tiene que ver con Storybrooke en uno completamente distinto. Es como si trabajara en dos guiones distintos al mismo tiempo. Y la verdad es que ayuda y consigo el modo de que exista un nexo entre ellos. Algunos días no quiero trabajar en la Reina Malvada y quiero hacerlo con Regina, la alcaldesa, y en otros momentos la alcaldesa es tan compleja que me centro en la Reina Malvada.

    "Me gustaría que Regina recuperara la relación con Henry en la 2ª temporada".

    ¿Cómo es su relación con Jared Gilmore, el actor que interpreta a Henry?

    Lo quiero muchísimo y le estoy dando besos constantemente. Siempre le digo que en la serie tengo que ser de lo más cruel con él, así que llegamos al acuerdo de que lo besaría todo el rato cuando dejáramos de grabar y las cámaras estuvieran apagadas. Somos muy buenos amigos. Y en el fondo, ya hablando de la serie, pienso que Regina quiere también muchísimo a Henry. Y creo que él se da cuenta de ello. Y se nota en que ella intenta desesperadamente que él la quiera. Lo que ocurre es que lo intenta con tanta fuerza que corre el peligro de que él se le escape entre los dedos. Y eso es lo que pasa. Ella no sabe cómo arreglar la relación que tiene con él y Regina es demasiado protectora.

    ¿Cómo explica el éxito de 'Érase una vez'?

    Quizá en que tiene que ver con historias que todos conocemos desde niños. Cuentos de hadas que hemos leídos o personajes que nos han leído nuestros abuelos o nuestros padres y que, al final, nos enseñan todo tipo de lecciones. Es como soñar y escapar de nuestra realidad y tocar con las manos temas como la esperanza, el amor... Seduce porque nos sentimos muy identificados con ello y porque, a veces, no es algo que se destaque en el mundo moderno. Enciendes la televisión y lo único que ves son catástrofes. Y por eso, yo me explico, a la gente le gusta Érase una vez. Porque escapas a un mundo fantástico en el que conviven Blancanieves, Hansel y Gretel, la Bella y la Bestia... Y eso le interesa desde a un niño de 8 años hasta un anciano de 80. Cualquiera puede verlo. Hasta los hombres disfrutan con la serie. Las mujeres. Incluso a muchos homosexuales les gustaría ser la Reina Malvada.

    ¡¡Es como si fuera una drag queen!!

    Y de verdad que me encanta. Tengo muchos amigos gays y siempre me dicen: ¡¡Me tienes que prestar tu disfraz!! (Risas). La Reina Malvada, en el fondo, creo que tiene mucho de mis amigos homosexuales.

    Aunque seguro que también la odian. ¿Nadie le para por la calle?

    Sí, claro (Risas). Me pasa muchas veces. Algunos me dicen: "Eres una guarra. Eres malísima". Y yo respondo: "Muchas gracias, en eso consiste mi trabajo" (Risas). Yo me lo tomo como un piropo y no me ofende para nada (Risas).

    ¿Le cuesta más ser Regina o la Reina Malvada?

    La gente piensa que la Reina Malvada pero, por extraño que parezca, en realidad se trata de Regina. En el mundo de la interpretación, parece como si los actores siempre tuviéramos que ser teatrales, grandilocuentes... Y con la Reina Malvada puede hacerse. Pero con Regina tienes que llevar una máscara todo el tiempo. Le ves los ojos, pero todo lo demás lo lleva por dentro. Y es muy difícil de interpretar para que resulte creíble.

    "De pequeña era bastante marimacho y nunca me disfrazaba de princesa".

    'Érase una vez' destaca por sus personajes femeninos...

    Es cierto. Creo que no fui consciente de ello desde el principio, pero es una tendencia que se viene observando desde hace tiempo en televisión. También me pasó con Swingtown, donde había tres personajes femeninos muy fuertes. Y vuelve a suceder en Érase una vez. Y me encanta. También lo ves en Weeds o en Revenge, con una Madeleine Stowe genial. Hemos hablado mucho, al igual que con Emily VanCamp, que está increíble también. Revenge es una de mis series favoritas.

    Cuando leyó el guión, ¿no pensó que iba a ser difícil mantener la historia por varias temporadas?

    Si te digo la verdad, pensé que no llegaría a ninguna parte. Pero no me importaba. El guión era tan bueno que necesitaba hacerlo. Y soy una veterana de la televisión. Esta es mi séptima serie. Llevo 15 años trabajando en la pequeña pantalla y muchas veces, como en Swingtown, he visto grandes series fracasar. Y te preguntas: "¿Por qué? Si [la serie] es muy buena". Y, como explicaba, con Érase una vez el guión era magnífico. Pero pensé: "En uno o dos capítulos nos cancelan". Pero la oferta de interpretar un papel como el de la Reina Malvada es de estas que sólo ves una vez en la vida. Y cuando ABC la escogió me quedé sorprendida. Luego me pregunté cómo íbamos a mantenerla. Los cinco primeros episodios siempre tienen que ser muy buenos. Y lo fueron. Y con la segunda temporada estoy como flotando. La última vez que me pasó eso fue hace diez años. Me siento muy afortunada y sorprendida. Aunque, a la vez, no me sorprende. Los guionistas son estupendos y saben lo que se hacen después de Perdidos.

    ¿Qué le gustaría que pasara en esta segunda temporada?

    Me encantaría que Regina le pateara el culo a Mr. Gold (Robert Carlyle). Y también me gustaría recuperar la relación con Henry. Para mí, como Regina, es importante. Y creo que al público también le gustaría.

    De hecho, es la única cualidad redentora de su personaje...

    Lo es. Muchas madres adoptivas se sienten identificadas porque su situación no suele tomarse demasiado en serio. Y no hay diferencias entre una madre biológica y una adoptiva en el modo que tiene de querer a su hijo. Si cuidas a alguien durante diez años desde que era un bebé, no hay debate posible. Aunque sea adoptado, es tu hijo y ya está. Regina quiere profundamente a Henry, sólo que no sabe cómo expresarlo por el camino adecuado.

    ¿Qué más personajes de cuento le gustaría que apareciesen?

    Me gustaría mucho ver a Úrsula, e incluso desearía interpretarla. Aunque sé que no puedo. También a Ricitos de Oro y a los tres osos. Pero lo que de verdad me gustaría sería ver algo como el País de las Maravillas. Visualmente era una maravilla. Cuando lo leí en el guión, no podía esperar a verlo en pantalla. Por eso siempre pienso en Jack y las habichuelas mágicas. Recuerdo la historia con él escalando, traspasando las nubes... Quiero ver eso.

    "Muchos amigos gays me piden prestado el disfraz de la Reina Malvada".

    ¿Piensa que el éxito de 'Érase una vez' ha propiciado productos similares?

    En el fondo, todos nos copiamos a todos. En el mundo de la moda, del arte, en todas partes... La diferencia de Érase una vez radica en que, al tener 22 episodios, tenemos 22 horas para mostrar muchas aristas de estos personajes. Los humanizamos de un modo antes nunca visto. Y eso ya nos distingue. Incluso de películas como Blancanieves (Mirror, Mirror) y Blancanieves y la leyenda del cazador. Porque en estas la historia es casi idéntica a la que cuenta el libro. ¿Cómo se diferencian entonces? Con los efectos especiales, el modo en que está hecho el rodaje... Pero Érase una vez vuelve humanos a los personajes que todos conocemos, y eso es algo que no se había visto ni en ninguna otra serie ni en ninguna otra película.

    ¿Es mejor ser un villano en cadenas de cable que en cadenas en abierto?

    Quizá lo sea. Lo que pasa con Érase una vez es que es una serie Disney. Y nos gusta proteger a los personajes y mantener su integridad. Es muy importante para Disney y les ha funcionado durante años. Queremos atraer a los niños y también a cierto espectro del público adulto. Si no lo hiciéramos, seguro que alguien pensaría: "Espera un momento... ¿Estaba Blancanieves haciéndole un...? ¿No estábamos viendo cuentos de hadas?".

    ¿Confía en la renovación por una tercera temporada?

    Espero que la serie tenga cinco o seis temporadas. De verdad que lo espero.

    Érase una vez

    Santiago Gimeno

    FBwhatsapp facebook Tweet
    Comentarios
    Back to Top