Joffrey Baratheon es uno de los personajes más detestables, crueles y cobardes de Canción de hielo y fuego pero, sin embargo, es imposible no rendirse ante los encantos de Jack Gleeson, que interpreta a la perfección al actual Rey de los Siete Reinos en Juego de Tronos. A pesar de ser uno de los mayores villanos de la pequeña pantalla, la legión de seguidores de la popular serie de HBO odian y aman al personaje a partes iguales. ¿Le adoras o le detestas? ¡Hay razones de sobra para ambas cosas!
- 1. Para odiarle: Joffrey es malo. Aunque los personajes de Juego de Tronos son ambiguos y complejos y la mayoría de ellos ni son tan buenos ni son tan malos, no es así con Joffrey. El pequeño tirano ha dejado que el poder se le suba a la cabeza, ha decapitado al padre de su ex prometida, trata a sus súbditos con desprecio... Ha protagonizado una larga lista de desagradables sucesos y encima es un cobarde, pero... Para amarle: Es sólo un personaje. Joffrey es despreciable, sí, pero no es real. Además, no sería la primera vez ni la última que hemos disfrutado viendo a personajes que hacen el mal y hay que reconocer que le da mucho color y dinamismo a la historia. ¡Ninguna escena con él resulta aburrida!
- 2. Para odiarle: No le gusta ni a su madre. Cersei Lannister (Lena Headey) adora a su pequeño monstruo, pero eso no significa que le guste como es. Cuando se hizo con el Trono de Hierro, ignoró todos sus consejos e incluso llegó a amenazarla de muerte en una ocasion, pero... Para amarle: No toda la culpa es suya. Joffrey es fruto del incesto, así que podría estar realmente loco, como le pasaba a Aerys. Aunque él es el principal responsable de sus actos, Cersei no ha hecho nada por afrontar el problema. "¡Ni siquiera le importa que esté loco!", comenta Headey.
- 3. Para odiarle: Joffrey provoca la ira de los fans. El Rey de los Siete Reinos saca de quicio a los seguidores de Juego de Tronos, que a menudo expresan su deseo de verlo morir cuanto antes. Pero... Para amarle: Jack Gleeson es un actor absolutamente brillante. Es innegable que su interpretación es fascinante. Además, todos los que le conocen coinciden en que el joven actor es todo lo contrario que su personaje: sensible, inteligente, tranquilo... Todo virtudes.
- 4. Para odiarle: La insana admiración que puede provocar en los espectadores más jóvenes. Joffrey no debe convertirse en un modelo a seguir, pero algunos de los seguidores más jóvenes de la ficción le han citado o tomado ejemplo de su deplorable trato hacia las mujeres para dirigirse a personas reales en Internet. Pero... Para amarle: Fomenta la creatividad. La mayoría de esos comentarios pueden ser visto como inofensivas provocaciones y, además, ha fomentado la creatividad de muchos de sus fans, autores de múltiples divertidos montajes y bromas que circulan por la red.
Alicia P. Ferreirós