El caso de Izzy Meikle-Small es conocido puesto que en 2013 saltó la noticia de que ella era una de las dos actrices que llegaron a la final en la competición por el papel de Sansa Stark, pero finalmente HBO eligió a Sophie Turner. Pese a que en un primer momento la actriz declaró sentir algo de pena, también ha reconocido que en la serie enseñan muchos desnudos, y eso a su familia no le gustaría.