3. Durante las dos primeras temporadas de Los Simpson, Homer no era el divertido y adorable hombre que ignora a su familia en general, pero que al final les quiere. En el comienzo, el patriarca Simpson era un padre opresivo que estaba siempre enfadado. Poco a poco decidieron disminuir su inteligencia, a la par que aumentaban su adorabilidad gracias a nuevas historias con Bart de por medio.