La tercera temporada está marcada por la unión en matrimonio entre las casas Lannister y Stark, y al contrario de lo que todos los espectadores pensaban, la unión no se produjo entre Joffrey y Sansa. Como forma de castigar a su tío por la enorme envidia que siente y para mantener su control y menosprecio constante sobre Sansa, el rey decide casarles. Un matrimonio fugaz pero que causará estragos en las vidas de ambos personajes.