"Soy muy inteligente, señor. Con 12 años lo había leído todo de Jane Austen, incluyendo Lady Susan, una obra feminista severamente subestimada. Sé debatir sobre la diferencia inherente entre existencialismo y trascendentalismo, y explicar por qué Sartre es la voz que destaca en el primero y el último apenas se recuerda como un movimiento filosófico". Es difícil no fijarse en Maeve Wiley, el personaje interpretado por Emma Mackey en la serie de Netflix Sex Education. Aparte de su abundante bisutería, de los flecos que cuelgan de su cazadora y de sus mechas rosáceas, lo que más llama la atención de la estudiante más misántropa de Moordale es su amor por los libros. Porque, en el fondo, la última sensación de la plataforma de 'streaming' no sólo habla de disfunciones sexuales. También ensalza el poder de la lectura, de la palabra escrita, y la capacidad de pensar y expresar ideas propias.
Por los más de 360 minutos que dura la primera temporada del título creado por Laurie Nunn se pasean autores como William Shakespeare, Virginia Woolf y Sylvia Plath. En una entrevista con Vulture, Mackey ha confesado que, más que en libros, se ha inspirado en películas y en una combinación de elementos para dar forma a su papel. La estética de John Hughes estuvo muy presente durante el proceso de rodaje; de ahí que por los pasillos del instituto y hasta dentro de esas imborrables taquillas metálicas resuenen los ecos de Dieciséis velas (1984), El club de los cinco (1985) y La chica de rosa (1986). Maeve es 'hija' del John Bender que encarnara Judd Nelson en la segunda de ellas. Y después, por supuesto, están los libros. Nos hemos esforzado por reconocerlos todos y hasta hemos congelado la imagen. Pero a veces ha sido imposible. Esta es una lista para el 'bookworm' que hay en ti.
Feminismo y William Shakespeare
Gracias a Otis (Asa Butterfield), y perdonándole ese sucio negocio con Jackson (Kedar Williams-Stirling), sabemos que a Maeve le gusta leer a escritoras como las mencionadas Woolf y Plath. De la primera sale Una habitación propia (1929), uno de los ensayos más citados del feminismo, y de la segunda, aunque brevemente, La campana de cristal (1963). Pero Otis también menta a Roxane Gay (Mala feminista, Mujeres difíciles). Hay varios temas comunes en ellas, como la independencia femenina, la soledad -Maeve vive sola en una caravana-, las imperfecciones y el poder de los mitos. Con orgullo, Wiley define a la novelista detrás Las olas y Al faro como "la Beyoncé de su época". En la casa remolque, si estás atent@, también verás Todos deberíamos ser feministas de Chimamanda Ngozi Adichie.
Con orgullo, Wiley define a la novelista detrás 'Las olas' y 'Al faro' como "la Beyoncé de su época". En la casa remolque, si estás atent@, también verás 'Todos deberíamos ser feministas' de Chimamanda Ngozi Adichie
El Bardo de Avon sale a relucir en Sex Education a través de Como gustéis (1599-1600), que los críticos consideran como una de sus comedias más maduras y trabajadas. ¿Por que podría haberla elegido Nunn? Quizá por su juego de identidades, sus conflictos familiares y hasta por ese autoconocimiento que nace de la pérdida y de la recuperación. Al fin y al cabo, la escuela que aparece en la ficción representa un microcosmos donde los alumnos no son lo que aparentan ser; alumnos que, como Adam Groff (Connor Swindells) u Otis, por poner un par de ejemplos, se enfrentan en mayor o menor medida a sus progenitores.
La ironía y la firme defensa del lugar que debería ocupar la mujer en el mundo habitan tan intensamente dentro de Maeve porque, como te decíamos al principio de estas líneas, ya había leído toda la bibliografía de Austen cuando apenas era una adolescente. Eso significa que entonces ya había pasado las páginas de Sentido y sensibilidad (1811), Orgullo y prejuicio (1813), Mansfield Park (1814), Emma (1815), La abadía de Northanger (1818) y Persuasión (1818). También recalca haber leído Lady Susan (1794,1805) y, conociéndola, seguro que ha hecho lo mismo con las incompletas Los Watson (1804) y Sanditon (1817). Para nosotros, la cocreadora de la improvisada clínica de Moordale sería una mezcla perfecta entre las hermanas Dashwood, Elizabeth Bennet y Fanny Price. Pero sin la timidez de esta, claro.
'El complejo de Cenicienta' y Joseph Conrad
En los últimos episodios de la serie, cuando el baile se vuelve inminente, ni Otis ni Maeve quieren vivir "felices para siempre". Según Otis, "es una tradición estadounidense que celebra el sexismo e idealiza el romanticismo". Y ella, cigarro en mano, contesta: "Es una mierda ritualizar la diversión adolescente". En una frase previa también cazamos un libro más: "¿Crees que tengo complejo de Cenicienta?". Se refiere, obviamente, a El complejo de Cenicienta: El miedo de las mujeres a la independencia (1981) de Colette Dowling. Dowling decía que las mujeres no llegarían a ser libres hasta que dejasen de tener miedo. "No empezaremos a experimentar ningún cambio verdadero en nuestras vidas", escribía, "ninguna verdadera emancipación, hasta que empecemos el proceso -casi comparable a un lavado de cerebro- de superar las angustias que nos impiden sentirnos competentes y completas". La heroína de Sex Education no necesita a nadie que la cuide ni tiene miedo de ser independiente. Tampoco cree en la falacia del "Príncipe azul" -Jackson, nadador e ídolo del instituto, sería quien más se ajustaría a este arquetipo.
¿Crees que tengo complejo de Cenicienta?" [...] La heroína de 'Sex Education' no necesita a nadie que la cuide ni tiene miedo de ser independiente. Tampoco cree en la falacia del "Príncipe azul
En esa redacción que escribe Maeve pero cuyo premio recoge Adam, la primera alude al poema 'Sueños' de Langston Hughes, uno de los impulsores del Renacimiento de Harlem -"Intenta cumplir tus sueños I Antes de que se marchen I Y la vida quede como un campo yermo / Ahíto de nieve y de escarcha". Pero está aquella famosa cita de Joseph Conrad que pertenece a El corazón de las tinieblas (1899): "Vivimos como soñamos, solos". Y no es tanto un canto nihilista como una certeza de que la soledad y la melancolía a menudo son compañeras de viaje si osamos enriquecernos, atrevernos y aprender.
En el valiente capítulo que trata el aborto (1x03), Maeve también demuestra su conocimiento sobre otros dos escritores británicos: Anna Sewell y Mervyn Peake. De la primera identifica la novela Azabache (1877) -sobre la benevolencia, la solidaridad y la preocupación por el bienestar de los caballos- y reconoce al segundo por la fantástica, gótica y surrealista Trilogía de Gormenghast, compuesta por Titus Groan (1946), Gormenghast (1950) y Titus solo (1959). Como curiosidad, Sewell escribió Azabache en los últimos años de su vida, confinada en casa por invalidez, mientras que Peake no pudo seguir ampliando el universo de Gormenghast debido al Parkinson que padecía y a su posterior muerte.
Otras lecturas: la ciencia de las palabrotas e historia militar
¿Qué leen los padres de Sex Education? Como sucede con sus hijos, lo que hay en sus mesillas dice mucho sobre su personalidad. El padre de Adam (Alistair Petrie), el inflexible y rígido director del colegio, lee un libro titulado Discipline, System and Style: The Sixteenth Lancers and British Soldiering in India 1822-1846 (2016), firmado por John H. Rumsby. Este versa sobre la 16ª unidad de caballería del Ejército británico y sobre sus más de 20 años de servicio en la guerra y el mantenimiento de la paz. El volumen cubre su etapa en India tras la Batalla de Waterloo, su papel en la Primera Guerra Anglo Sij y su célebre carga en Aliwal. Pega mucho con su forma de ser, con que sólo se 'suelte la melena' emulando el baile de Tom Cruise en Risky Business (1983) y con que le cueste horrores decir en alto la palabra "vagina".
Por otro lado, Roz Marchetti (Sharon Duncan-Brewster), una de las madres de Jackson, sale hojeando Swearing Is Good For You: The Amazing Science of Bad Language (2017) de Emma Byrne, apasionada de la neurociencia y autora de este texto de divulgación. Roz parece bastante más tolerante que la severa Sofia (Hannah Waddingham), la otra madre de Jackson, obsesionada con los entrenamientos y la dieta de su hijo. Así que, aunque parezca trivial, tendría sentido que estudiara más sobre los matices y beneficios del lenguaje -además, como confiesa el joven, sus madres tienen problemas. "Resulta que decir palabrotas", se puede leer en la descripción de Swearing Is Good For You, "es una parte increíblemente útil de nuestro repertorio lingüístico". Te gustará si buscas descubrir cómo nos afecta física y emocionalmente proferir groserías y por qué hacerlo tiene más lógica de lo que parece.
Libros de la temporada 1
· Shakespeare, William (2019). El mercader de Venecia / Como gustéis. Austral.
· Sewell, Anna (2017). Azabache. Createspace Independent Pub.
· Peake, Mervyn (2011). The Illustrated Gormenghast Trilogy. Vintage Classics.
· Adichie, Chimamanda Ngozi (2015). Todos deberíamos ser feministas. L.R.house.
· Woolf, Virginia (2016). Una habitación propia. Austral Singular.
· Plath, Sylvia (2015). La campana de cristal. Edhasa.
· Gay, Roxane (2016). Mala feminista. Capitán Swing.
· Conrad, Joseph (2013). El corazón de las tinieblas. Alianza.
· Dowling, Colette (2016). El complejo de Cenicienta: El miedo de las mujeres a la independencia. CLAVE.
· Byrne, Emma (2017). Swearing Is Good For You: The Amazing Science of Bad Language. Profile Books.
· Rumsby, John H. (2016). Discipline, System and Style. Helion and Company.
· Austen, Jane (2017). Lady Susan y otras novelas. Alianza.