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    “No era lo que quería”. “Un final agridulce”. “No está tan mal”. La redacción de SensaCine opina sobre cómo ha acabado ‘Juego de Tronos’

    La ficción de HBO basada en la saga ‘Canción de hielo y fuego’ de George R.R. Martin llega a su fin con ‘El Trono de Hierro’ (8x06) y compartimos las emociones que nos ha suscitado.

    Tras ocho temporadas, Juego de Tronos se ha terminado y ahora toca intentar expresar con palabras qué nos ha parecido ese final de ‘El Trono de Hierro’ (8x06). Ha habido espectadores que lo han aceptado y que así lo han demostrado con sus publicaciones en redes sociales. Otros muchos, sin embargo, simplemente lo han odiado.

    En SensaCine también hemos querido dejar plasmada nuestra opinión ante el cierre de una de las series que más han dado que hablar y que han conseguido reunirnos todos los lunes para poder ver el último episodio lo antes posible. El cómo ha terminado puede haber gustado más o menos, pero no hay duda de que se ha despedido para siempre una de las producciones que más momentos épicos y agridulces nos ha dado en estos últimos años.

    Juego de Tronos siempre ha jugado con las expectativas del espectador para destruirlas 

    No me interesa tanto el desarrollo argumental de la última temporada como el narrativo. Que me ha parecido tirando a desastroso: con elipsis funambulistas, acciones disparatadas, cierres precipitados y una gran batalla con un grado de iluminación al 20%. Eso me molesta más que quién ha acabado en el Trono de Hierro o que Cersei tuviera un final mucho más bello que el de Daenerys. Argumentalmente hablando: no creo que se trate de lo que uno quisiera que pasara y lo que ha pasado al final. Porque Juego de Tronos siempre ha jugado con las expectativas del espectador para destruirlas (es parte de su condición icónica). Aún así estoy muy feliz con la serie porque Davos, el mejor personaje de la misma, ¡vive!

    Alejandro G. Calvo

    No era exactamente lo que quería

    Llevo más o menos desde que la serie adelantó a los libros (quizá incluso antes) pensando que Juego de Tronos se encaminaba derechita al desastre por dos motivos concretos: D.B. Weiss y David Benioff. Es por ello que en esta última y desquiciada última temporada primero me tocó sorprenderme con un episodio modélico (sí, 'Las campanas' (8x05)) y luego con un digno final que, contrariamente a lo esperado, quería ser esperanzador y permitir que te regodearas en tu amor por los personajes. No era exactamente lo que quería, pero como a Juego de Tronos eso siempre le ha dado igual, supongo que está todo en orden.

    Alberto Corona

    Los actores que daban vida a estos personajes sí han sabido ocupar el lugar que les correspondía

    “Cuando juegas al Juego de Tronos: o ganas o mueres”. Todos los fans alrededor del mundo hemos aceptado sin cláusulas participar en el juego y ya nos habían avisado desde la serie, lo hizo en su día Ramsay Bolton: “si piensas que esto tiene un final feliz, no has estado prestando atención”. Claro, todos nos creíamos que iba a haber muertes, ¡cómo no!, y épica, y magia, y Arya con mil caras… No hemos llegado ‘vírgenes’ a este final después de dos años de espera, que no han hecho otra cosa que avivar las teorías y especulaciones para llenar la ausencia de episodios. No hablamos de que guste más o menos el final de los personajes que nos han acompañado, esto no va de lo que queríamos que ocurriera, la clave está en el cómo. En un resultado final atropellado, que ha creado una explosión interna mayor que el fuego valyrio en nuestro interior, porque después de ilusionarnos, de aceptar jugar al Juego de Tronos sin condiciones, y de saber que no íbamos a tener un final feliz, los showrunners de la serie no han sabido estar a la altura, por mucho que esta temporada nos hayan puesto múltiples planos de Cersei Lannister desde lo alto de su torre, o de Daenerys y Jon sobrevolando las alturas. Los actores que daban vida a estos personajes sí han sabido ocupar el lugar que les correspondía, a pesar de ser marionetas sin rumbo y sin desarrollo. Lo siento, David Benioff y D.B.Weis, pero así no. ¡Dracarys!  

    Lourdes Paredes

    Helen Sloane

    La decisión de hacer rey a Bran no la comparto

    Es un final correcto. La despedida adecuada para una serie de estas características en las que primaba el llamado 'juego de los tronos' sobre el resto de aventuras. Descubrir en qué punto se queda cada personaje y cómo pueden avanzar en sus vidas a partir de ahí es importante para dar un cierre a todos los cabos que quedan sueltos. La decisión de hacer rey a Bran no la comparto, pero entiendo que es el único que no ansía el poder y por tanto el que menos problemas puede dar a la larga, además está claro que Tyrion va a ser el poder en la sombra, y es que son el personaje menos empático y más empático, respectivamente. El empoderamiento de Sansa como Reina en el Norte y la nueva aventura de Arya por los mares del oeste también son interesantes y las sitúan a ambas en puntos importantes de una historia que puede continuar o no, depende de los 'spin-off' que HBO y George R.R. Martin quieran realizar

    Cristina Vega Garrandés

    A veces, lo soso, no está tan mal

    Pregúntame otra vez dentro de unos años e igual, después de haber macerado y visionado de nuevo la ficción al completo, piense diferente -que cambiar de opinión está muy bien, oye-; pero lo que sentí a medida que el episodio 'El Trono de Hierro' (8x06) iba consumiendo segundos era decepción. En realidad, es lo que he percibido en casi toda la temporada final: tramas abruptas, narrativa accidentada y decisiones incoherentes. Que Daenerys iba a terminar muerta era algo que todos ya sabíamos desde 'Las campanas' (8x05), pero el beso seguido del puñal ha sido tan previsible que hasta da vergüenza. Con lo que sí que me quedo es con el admirable final de una Sansa Stark que se ha convertido en uno de los mejores -si no el mejor- personajes de la ficción de HBO. También con esa Daenerys alada a lo Maléfica antes de su tremendo discurso. ¿Encontrar el lado bueno de todo esto? Por lo menos han tirado por lo insípido en lugar de poner en juego demasiadas cosas. A veces, lo soso, no está tan mal. 

    Andrea Zamora

    Me parece un desenlace bastante coherente para lo que ha sido la octava temporada

    ¿Qué me ha parecido el final? Vaya por delante que si de lo que se trata es ponerse a favor o en contra del final de 'Juego de Tronos', mi posición es 'A favor'. 'El Trono de Hierro' (8x06) que tantas ampollas está levantando me parece un desenlace bastante coherente para lo que ha sido la octava y última temporada de la serie en general. Una entrega que esperábamos ver rompiendo el termino epicidad y que al final lo que ha hecho es dinamitar esas ideas preconcebidas, anhelos y teorías que nos traíamos puestas de casa. Habría esperado llorar de emoción una y mil veces con el desenlace, no lo voy a negar, pero también respecto la decisión de los guionistas de acabar una a una con todas las piezas clave de un juego de tronos que al final nadie ha "merecido" ganar. 

    Alicia P. Ferreirós

    Helen Sloane

    ¿Cómo han podido acabar una historia tan épica como la de Daenerys de esa forma?

    Aún me cuesta pensar en cómo han podido acabar una historia tan épica como la de Daenerys de esa manera. Y no de la forma en la que Juego de Tronos siempre ha sido conocida y aclamada. Y no me vale con que Tyrion explique su ‘locura’ con una serie de muertes que hacía a sus enemigos ‘malvados’, como bien dice él. En dos o tres episodios más, se podría haber tratado de una forma más progresiva esa ‘locura’ de la que tanto hablan y que fuesen como punzones en nuestro corazones y no de esa gratuita y sucia forma que ocurre en el episodio ‘Las campanas’ (8x05). Pero como final de lo que nos han contado en la octava temporada, está genial y además tiene planos que pasarán a la historia como unos de los mejores de la televisión (véase el de Daenerys y Drogon detrás). Pero como broche de oro para toda la serie, aún me es imposible concebirlo.

    Custodio Guerrero

    Pasando por las cinco etapas del duelo

    Con el final de 'Juego de tronos' he vivido mi duelo particular, pasando por las cinco etapas a velocidad de vértigo: negación ('¿en serio es así como termina?'), ira ('¡pero cómo se atreven a nombrar rey a Bran!'), negociación ('bueno, voy a volver a verlo por si encuentro algo que me guste'), depresión ('qué injusto final ha tenido Jon, no se lo merece...') y, finalmente, aceptación ('pues no estaba tan mal'). Conclusión: Me esperaba un episodio cargado de tensión y momentos épicos y me ha chocado encontrar algo completamente diferente, pero, una vez analizado, todo lo que ocurre es lo mejor que podía pasar en Poniente.

    Sara Heredia

    Ha desmitificado a uno de los grandes personajes de la serie como Daenerys

    Capítulo tras capítulo, la octava temporada de Juego de Tronos ha desmitificado a uno de los grandes personajes de la serie como Daenerys, destinada en teoría a llegar a lo más alto, pero no. Su bajada a los infiernos y su “autentico” lado desmontó a este personaje en menos de un capítulo. Tan solo ha hecho falta una hora y 15 minutos para que una serie como Juego de Tronos haya terminado tan fugazmente, como si no hubiera existido casi diez años de intrigas, mentiras, profecías y dragones extinguidos con tan solo una muerte y la ascensión al trono del personaje con menos carácter de la ficción.

    Ana Lasso

    Helen Sloane

    UN FINAL AGRIDULCE

    "Agridulce final". Así lo describía el equipo de Juego de Tronos y así, efectivamente, me ha hecho sentir. Empecé la temporada con muchas ganas, con bastantes teorías en la cabeza y con alguna que otra preferencia sobre lo que tenía que pasar. Pero los episodios iban pasando, y ninguna de mis ideas se iba cumpliendo. Ni falta que hacía porque, ¿quién soy yo para decirle a David Benioff y D.B.Weis cómo hacer su trabajo? Así que llegué al final de la serie y me senté frente a la pantalla dispuesta a dejarme sorprender. Y así fue: los personajes principales, despojados de su protagonismo para pasarle el relevo a aquellos secundarios, quienes tienen que reorganizar ese caos. Un final, para mí, impredecible -aun con todas las pistas que podía haber- y que, lo cierto, es que compro bastante. Puede haberme gustado más o menos, no estar de acuerdo con algunas cosas y demás; pero eso es, en esencia, Juego de Tronos: el no encariñarte con los héroes. ¿O quién se imaginaba en el primer capítulo que Ned Stark acabaría bien muerto?

    Marta A. Romero

    A los creadores les debemos abordar con éxito a la titánica tarea de adaptar la saga de George R.R. Martin

    Se hace extremadamente complicado escribir sobre la despedida de algo que ha supuesto tanto para uno mismo. Pero no me andaré por las ramas. No me ha gustado. Y no ha sido porque mis expectativas estuvieran por las nubes ni porque Daenerys Targaryen haya ¿evolucionado? de libertadora a dictadora 'wannabe'. Habrá espectadores y seguidores que, obviamente, encontrarán o creerán encontrar indicios de esta supuesta transformación y de otros muchos volantazos narrativos en la superproducción que marcará un antes y un después en HBO. Pero que no se me malinterprete. A David Benioff y D.B. Weiss les debemos abordar con éxito a la titánica tarea de adaptar la intrincada saga firmada por George R.R. Martin. 

    Así que, quizá, nuestra obligación debería consistir ahora en poner en perspectiva el valor de 'Juego de Tronos' y concebir su final como una historia épica a la espera de un remate 'transmedia'. Recuerda que todavía tenemos pendientes tanto 'Vientos de invierno' como 'Sueño de primavera', sexta y séptima entrega de la serie 'Canción de hielo y fuego'. Y si al leerlos nos sigue sin satisfacer, si en las líneas de Martin y en su ya famosa narración desde diferentes puntos de vista la armadura no se sostiene, entonces tendremos todo el derecho del mundo a hacer una crítica constructiva desde el agradecimiento -aunque lo que de verdad nos apetezca, por todo lo que nos ha dado su imaginación, sea marcarnos un Tommen Baratheon.

    Santiago Gimeno

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