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    El contenido sexual de 'Dragon Ball Super', censurado, ¿hay que cancelar a Muten Rōshi?
    Sara Heredia
    Sara Heredia
    -Redactora jefe SensaCine
    Cargada con una mente abierta y mucha curiosidad, explora cualquier documental, película, serie y miniserie que empiece a hacer ruido.

    El nuevo anime de la franquicia bajó mucho su nivel de violencia y contenido sexual respecto a sus predecesores, pero no se libra de la polémica.

    El maestro tortuga ha traído más de un problema a la serie que le vio nacer, Dragon Ball. Desde que le conocimos en los años 80, el famoso personaje ha tenido una actitud con las mujeres bastante invasiva y, si bien hace 30 años sus escenas causaban risa, ahora lo que generan es polémica y censura. Eso es lo que ha pasado en varios países como Argentina, España o el propio Japón, donde parece que están cansados de las manías del anciano.

    Las autoridades argentinas han decidido revisar la serie para eliminar escenas de "violencia simbólica". Según su revisión, un episodio en concreto “reproducía el ejercicio de violencia sexual por parte de un mayor hacia una menor, en un contexto de aceptación social, en el que se naturalizaba la vulneración de una niña”. Por este motivo, han retirado la animación de la programación hasta que pudiesen revisar todos los episodios y asegurarse de que son aptos para los jóvenes espectadores.

    Visto de este modo, las prácticas de Muten Roshi suenan especialmente inadecuadas. Esa reacción es solo una de las muchas críticas que suscitó el capítulo, donde se ve al personaje hacer exactamente lo que plantea la queja: acosar a Puar después de que haya adoptado la forma de "una preciosa jovencita". "Mi verdadera debilidad es... mis pensamientos pervertidos que pretendo superar", reconoce el personaje. Esta es la escena en cuestión:

    No es lo único malo que se saca de la escena, el Ministerio de la Mujer, Políticas de Género y Diversidad Sexual de Buenos Aires señala que "retrata cómo la negativa de la niña es ignorada por Mestre, quien sigue obligándola a hacer lo que no quiere, mientras otros personajes, visiblemente conmovidos y angustiados por la situación, observan en silencio las acciones violentas y abusivas del hombre adulto".

    En los 80 podría haber pasado el corte, pero en los últimos años las cadenas han decidido que su programación no es el lugar adecuado para que un anciano muestre su "debilidad" por las chicas jóvenes. Tras su emisión en el país nipón, la Organización Ética y Programa de Mejoramiento de la Radiodifusión de Japón, un grupo que se encarga de denunciar este tipo de secuencias, informó de ciertas escenas sexuales en un programa dirigido al público infantil: "En el programa de animación, hay escenas de un señor mayor tocando los cuerpos de mujeres jóvenes y mirando su ropa interior en contra de su voluntad. Esas escenas son irrelevantes para la historia". No señalaba directamente al anime, pero todo el mundo sabe de qué señor mayor habla. 

    Es algo que también hemos vivido en España a comienzos de año. En concreto, en la televisión autonómica de Valencia, donde directamente decidieron retirarla. Ante la queja del partido político Compromís, el gobierno declaró que era difícil volver a programar la serie por "la legislación de género, los códigos de valor y los códigos infantiles, además del precio". 

    Hasta un candidato al Congreso de Estados Unidos se sumó a esta oleada de comentarios y definió Dragon Ball como "anime porno". Quizás exagerase un poco, pero sirve para hacernos una idea de la escala que alcanzó la controversaia.

    Sorprende que la escena en cuestión llegase al montaje final, especialmente sabiendo que el equipo de Dragon Ball Super ha tenido en cuenta el cambio de mentalidad en la sociedad. Super llega con mucha menos violencia y sangre que Dragon Ball Z. Al contrario que su predecesora, aquí no terminan las peleas cubiertos en heridas sangrientas. El animador Naotoshi Shida explicó que el motivo se debía, principalmente, al público al que se dirigían: "La censura está bien si tienes en mente la audiencia a la que te diriges. Sin embargo, eso crea muchos problemas para los fans mayores".

    En 'Dragon Ball Z' hay escenas como la muerte de Vegeta en Namek, que emocionó a muchos fans. O cuando Vegeta escapó de la Tierra después de su invasión. Ahora imagínala sin sangre. Si esas escenas no tuvieran sangre, no habrían sido tan fascinantes

    Seguro que más de uno ahí fuera le da la razón. Pero hay que admitir que, mientras la presencia de sangre o violencia puede ser debatida, ver como un señor mayor tiene un comportamiento abusivo con chicas mucho menores está totalmente fuera de lugar. 

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