Corría el año 1981 cuando los vecinos de Antelope, una pequeña localidad en Oregón en la que apenas residían 50 habitantes, comenzaron a escuchar las primeras noticias de que, muy pronto, tendrían un nuevo vecino. Entonces no tenían ni idea de quién se trataba y lo único que sabían es que "un grupo liderado por un poderoso y adinerado gurú" había comprado un terreno de 32.000 hectáreas. El rancho, conocido por los vecinos como el Big Muddy, apenas tenía un par de construcciones en ruinas y el resto del terreno era absolutamente inhóspito, rocoso, escarpado y estaba lleno de colinas.
Ante la confusión inicial comenzó a convertirse en expectación combinada con preocupación cuando los primeros en llegar empezaron a preparar la llegada de su líder y del resto de miembros del grupo. Cada vez eran más y a Antelope, un lugar prácticamente aislado y deshabitado en el que solo había una iglesia, una escuela y una tienda, comenzaron a llegar materiales de construcción y a casas prefabricadas. También prohibieron la entrada al terreno de nadie del exterior. ¿Qué estaba pasando allí?
"La novedad se convirtió en problema en apenas dos semanas", relata uno de los numerosos testigos que ayudan a construir el relato de Wild Wild Country, probablemente la serie documental más alucinante que podrás encontrar en Netflix.
Estrenada en el año 2018 y convertida entonces en auténtico fenómeno, nunca dejará merecer la pena reivindicar la que sin duda es una de las historias más increíbles que puedas ver en el catálogo de la plataforma. Una serie en la que necesitarás invertir poco más de seis horas de tu vida y que, tras hacerte mantener los ojos como platos en los primeros capítulos, te obsesionará por completo hasta el final sin que puedas dejar de preguntarte: ¿Cómo es posible que esta locura forme parte de la historia reciente de Estados Unidos y prácticamente haya caído en el olvido?
Recapitulemos. La comunidad que en 1981 se instaló en medio de una zona desértica de Oregón formaba parte del el movimiento 'rajnishe' -también conocido como movimiento Osho-, un culto espiritual al que a menudo se ha denominado como secta que tiene su origen en los años 60 en la India y que fue fundado por el líder religioso Osho, también conocido como "el gurú de los ricos" o "el gurú del sexo".
Cuando el movimiento rajnishe decidió desarrollar la ciudad Rajníshpuram en territorio estadounidense ya había sido objeto de cierta polémica en India, donde la visión de su líder sobre determinados temas relacionados con la sexualidad y el capitalismo y las "extrañas" prácticas espirituales que se llevaban a cabo entre sus miembros chocaban directamente con algunos de los valores tradicionales de la cultura del país. Así, las tensiones en su país les llevaron hasta Estados Unidos, donde podrían llevar a cabo su modo de vida con mayor libertad.
Netflix
En este contexto se ubica y comienza la brillante serie documental de Netflix, producida por los hermanos Duplass y dirigida por Maclain y Chapman Way, y que tiene una puntuación prácticamente perfecta, del 98%, en Rotten Tomatoes. En ella se relata cómo el conflicto con los residentes de la zona no tardó en producirse y, al tiempo que la ciudad aumentaba hasta llegar a tener una población de 5000 personas que se veía triplicada en verano, conocemos a las dos inquietantes figuras que lideraban el movimiento: Osho y su asistente personal Sheela, un nombre que tras Wild Wild Country difícilmente podrás olvidar.
Lo que se relata en Wild Wild Country merece la pena descubrirlo en sus seis episodios, pero te adelantamos que la historia combina prácticas extremas, coches de lujo y ostentación, xenofobia, peligrosas intrigas y el primer ataque bioterrorista de los Estados Unidos.
Wild Wild Country es, definitivamente, un must de Netflix y puedes verla al completo en menos de siete horas en la plataforma de 'streaming', que en 2021 estrenó un mediometraje centrado en una de sus figuras más reseñanles: En busca de Sheela.
