SensaCine adapta las notas de cada medio con una puntuación de 0.5 a 5 estrellas.
críticas de medios
Fotogramas
por Paula Burrull
”El mayor logro tras el debut de Federico Luis pasa por no volcarse a resolver por qué el huraño Lorenzo Ferro decide fingir un Síndrome de Down: al final, la legitimidad o las fronteras de su actuación no pueden ser de nuestra incumbencia.”“Gracias a un trabajo de cámara y un dispositivo sonoro tan intensos como su reparto, nos sumergimos hasta las entrañas de un autorretrato que se demuestra, en última instancia, inaccesible.”
La crítica completa está disponible en Fotogramas
Cinemania
por Paula Arantzazu Ruiz
”En su debut en el largometraje, el argentino Federico Luis nos guía con una madurez cinematográfica sorprendente por las marismas de una búsqueda transgresora de la identidad”“Como su protagonista, el director de Simón de la montaña jamás suelta prenda y la ambigüedad domina por completo una película que hace suya la incomodidad pero que en ningún momento bordea la crueldad o la miseria moral.”
La crítica completa está disponible en Cinemania
Cinemagavia
por Pablo Veiga Carpintero
”Simón de la montaña es una película que se mueve en el terreno de la incomodidad, y ahí reside su mayor virtud y su mayor debilidad.”“Federico Luis consigue una obra valiosa, pero irregular, conmovedora en algunos tramos, algo dispersa en otros, siempre sostenida por la potencia de sus personajes secundarios.”
La crítica completa está disponible en Cinemagavia
El Periódico
por Desirée de Fez
”En su primer largo como director en solitario, el argentino Federico Luis se adentra en el cine sobre la identidad. En concreto, se mete en el terreno del cine que explora la segunda identidad, la identidad inventada, como mecanismo de adaptación al mundo o de supervivencia.”
La crítica completa está disponible en El Periódico
ABC
por Oti Rodríguez Marchante
”Película rara, difícil de catalogar y que camina sobre el hilo de varios asuntos ante los que uno tiene que pensar por primera vez.”“Es el primer largometraje en solitario del argentino Federico Luis y acentúa para su extraña historia el contexto, al borde la cordillera andina, en tierras frías y muy despejadas, un lugar de desconexión en el que Simón llena sus baterías junto a esos chicos alegres, juguetones, traviesos y que ensayan sus primeras relaciones de amistad y amor.”
Fotogramas
”El mayor logro tras el debut de Federico Luis pasa por no volcarse a resolver por qué el huraño Lorenzo Ferro decide fingir un Síndrome de Down: al final, la legitimidad o las fronteras de su actuación no pueden ser de nuestra incumbencia.”“Gracias a un trabajo de cámara y un dispositivo sonoro tan intensos como su reparto, nos sumergimos hasta las entrañas de un autorretrato que se demuestra, en última instancia, inaccesible.”
Cinemania
”En su debut en el largometraje, el argentino Federico Luis nos guía con una madurez cinematográfica sorprendente por las marismas de una búsqueda transgresora de la identidad”“Como su protagonista, el director de Simón de la montaña jamás suelta prenda y la ambigüedad domina por completo una película que hace suya la incomodidad pero que en ningún momento bordea la crueldad o la miseria moral.”
Cinemagavia
”Simón de la montaña es una película que se mueve en el terreno de la incomodidad, y ahí reside su mayor virtud y su mayor debilidad.”“Federico Luis consigue una obra valiosa, pero irregular, conmovedora en algunos tramos, algo dispersa en otros, siempre sostenida por la potencia de sus personajes secundarios.”
El Periódico
”En su primer largo como director en solitario, el argentino Federico Luis se adentra en el cine sobre la identidad. En concreto, se mete en el terreno del cine que explora la segunda identidad, la identidad inventada, como mecanismo de adaptación al mundo o de supervivencia.”
ABC
”Película rara, difícil de catalogar y que camina sobre el hilo de varios asuntos ante los que uno tiene que pensar por primera vez.”“Es el primer largometraje en solitario del argentino Federico Luis y acentúa para su extraña historia el contexto, al borde la cordillera andina, en tierras frías y muy despejadas, un lugar de desconexión en el que Simón llena sus baterías junto a esos chicos alegres, juguetones, traviesos y que ensayan sus primeras relaciones de amistad y amor.”